Los marfileños acudieron ayer a las urnas en masa y en calma para elegir al nuevo presidente, una elección histórica después de once años de crisis político-militar y seis retrasos desde 2005. Se espera que los resultados puedan conocerse hoy.

Tanto en Abidjan como en Bouaké, feudo de los antiguos rebeldes de las Fuerzas Nuevas (FN) que controlan el norte del país desde su frustrado golpe de Estado de 2002, hubo una asistencia masiva a los colegios electorales, que cerraron sus puertas a las 17.00 de ayer [18.00, en Euskal Herria].

«Estoy muy orgulloso de haber votado», destacó Nastase Kehi, estudiante de 26 años, tras haber depositado su papeleta en la urna por primera vez.

Abidjan, la efervescente capital económica del país, ofrecía un aspecto de calma poco habitual, debido a que en algunos barrios carecían de transporte público. En Bouaké se formaron filas de cientos de personas para votar sin que se registrase ningún incidente.