El candidato del PSE a diputado general de Gipuzkoa, Miguel Buen, afirmó ayer que tras las elecciones no llegará a ningún pacto con quienes «están en contra de la modernización» de este territorio al rechazar las infraestructuras planteadas.

Con ello quiso marcar distancias respecto al PNV. Censuró que su dinámica «Batu Gaitezen», que el candidato del PSE sitúa como una oferta de pacto en clave soberanista, supone «renunciar a los grandes proyectos estratégicos que tiene pendientes Gipuzkoa», entre los que destacó el nuevo puerto de Pasaia.

Miguel Buen ofreció una rueda de prensa para confirmar que acepta la propuesta de la Ejecutiva para encabezar las listas del PSE en las elecciones de mayo, con el objetivo de reeditar la victoria de 2007, pese a que luego fue Markel Olano (PNV) quien logró los apoyos para ser diputado general.

Su anuncio excluye a formaciones como Aralar, EB, Alternatiba o la izquierda abertzale de las posibilidades de futuros pactos postelectorales, e intenta centrar la pugna en las urnas exclusivamente con el PNV.

Buen opinó que «Batu Gaitezen» significa «apostar por la Gipuzkoa de la pancarta `antitodo', por la que no avanza, por la que sigue atrapada en un monumental atasco».

Aseguró que el jeltzale Markel Olano apuesta por unir a los abertzales mientras que él pretende «unir a los guipuzcoanos» en torno a «un proyecto común de convivencia».

Además, achacó a Olano «falta de liderazgo» y reclamó «una Diputación fuerte, con las ideas claras, transparente, comprometida con los municipios, cohesionada, coordinada y con capacidad de gestión».