Sumada la primera victoria ante un rival europeo, al Athletic le quedan aún retos por afrontar. El fin de semana se presenta con dos de una tacada. El primero pasa por mejorar la trayectoria lejos de San Mamés, huérfana de puntos desde los dos primeros desplazamientos del equipo. El segundo, por enlazar, por primera vez en la temporada, dos triunfos consecutivos. Dos en uno y con premio porque en caso de victoria -y aunque necesitan una ayudita en otros campos-, los rojiblancos podrían incluso acabar la jornada en posiciones europeas.

La dificultad va en consonancia con la recompensa, porque el Athletic afronta una misión casi imposible, no en vano visita al anfitrión más complicado de la categoría. Al igual que Real Madrid y Espanyol, el Villarreal ha firmado el pleno de triunfos -cuatro de cuatro- en su estadio. Ha marcado allí menos goles que los de Mourinho (9 frente a 16), pero al contrario de los merengues, no ha habido rival capaz de hacerle un solo tanto en su estadio. Y, aunque a excepción del Atlético -al que se impuso por 2-0 hace un par de semanas-, los visitantes de El Madrigal puedan entrar en el grupo de los asequibles, la contundencia de los datos descarta pensar en la fortuna o la bonanza del calendario. El Villarreal es un hueso muy duro de roer y, por tanto, un reto especialmente apetecible para los rojiblancos, que se devanan los sesos buscando la manera de asaltar su fortín.

Y parece que hay quórum, al menos en la conveniencia de explotar el potencial rojiblanco en bandas, ante la insistencia del equipo de Juan Carlos Garrido en el juego interior. «Juega muchísimo por dentro -admite Javi Martínez- y quizá deja un poco más descuidadas las bandas a la hora de atacar, así que quizá podríamos dar salida con los laterales, porque podemos encontrar algunos espacios».

La segunda clave pasa por negar al anfitrión la posibilidad de marcar el ritmo. «Una de nuestras bazas es que no impongan su ritmo, sino que nosotros le demos el nuestro. Normalmente ellos tienen la posesión de la pelota y si dejamos que tengan el balón y marquen las pautas del partido, tendrán mucho ganado, así que ésa es una de nuestras asignaturas para el partido», explica el navarro.

La tercera pata pasará por vigilar muy de cerca a los artistas que posibilitan esos niveles de posesión y los hacen efectivos. «Si no defendemos todos va a ser una tarea muy difícil para los de atrás -advierte Mikel San José-, porque todo el equipo, y en especial los delanteros, Cazorla y Borja, son muy peligrosos. Muy técnicos, con mucha visión de juego y además Rossi y Nilmar (once goles entre los dos) con mucha velocidad». «Son dos jugadores muy rápidos -insistió-, con mucha calidad, que se mueven muy bien, se están entendiendo muy bien y además son goleadores».

Ni siquiera el inesperado tropiezo europeo del Villarreal en Grecia convence a los rojiblancos. «La experiencia del año pasado nos dice que cuando pierdes en Europa lo que quieres es enmendarlo lo antes posible -destacó Javi Martínez-. Podría pasarles factura jugar jueves y domingo, pero tienen una plantilla lo suficientemente amplia como para que no se note».

Y, pese a todo, los rojiblancos se muestran optimistas. O al menos motivados. «Necesitamos dar ese pasito. Es verdad que hemos visitado campos difíciles, pero hay que puntuar fuera de casa para estar donde todos queremos estar».