Raimundo Fitero

Colleccionable

De verdad que TVE no tiene otra cosa mejor que hacer que demandar a Tele 5 por plagio del programa de Belén Esteban? ¿Necesita más publicidad este fenómeno? Por cierto, perdió su batalla con el fin de una serie, “Águila roja” que se ha ido consolidando como una buena oferta para un amplio número de telespectadores. No es una serie coleccionable entre las mejores de la historia de la televisión, pero dada la penuria actual, al menos en las de producción propia, sobresale porque tiene una factura suficientemente homologable y ha conseguido la aceptación mayoritaria. Parece que la continuidad de esta serie exitosa no está muy clara ya que se trata de una producción de costes muy altos, lo que nos devuelve a la realidad: para que sea algo aceptable y aceptado debe haber inversión, en producción y en talento, con guionistas, elenco y realizadores buenos. Lo demás en mantenerse en la zona media, convertir la programación en un mercadillo de baratijas.
La primera estatal ha acabado otro mes como la más vista. La ausencia de anuncios es saludable para el telespectador. Y si el personal se va habituando, cuando te cortan una serie o una película por anuncios, te cabreas. Y dadas las circunstancias actuales, los telediarios de TVE, son, por lo general,  menos tendenciosos que los de las autonómicas y las privadas. Es una apreciación que estoy dispuesto a convertir en algo comprobable por metodologías sociales y aritméticas. Aunque sigue siendo muy preocupante el desapego de las audiencias con La 2, con tramos de su programación que no llega ni al uno por ciento de audiencia.

Otro tanto podríamos decir de la bajada imparable de ETB en general, aunque sí encontramos una frase coleccionable de la titular de Cultura del GV, que dota de presupuesto al Ente, asegurando que la labor para deslegitimar la violencia ha sido magnífica. No hace falta decir nada más. Todo está hecho con la obsesión de españolizar, abonar el terreno para que Basagoiti parezca un político de fuste. Y si pierde sentido profesional, y audiencias, no les importa, la utilizan para sus asuntos políticos partidistas sin complejos. Como siempre, pero con descaro.