El presupuesto de gastos fiscales se define como «la cuantificación de la disminución de ingresos tributarios que, presumiblemente se producirá a lo largo del año, como consecuencia de la existencia de incentivos fiscales orientados al logro de determinados objetivos de política económica y social». En conjunto, suponen 7.394 millones, que se dejan de ingresar en las arcas de las haciendas forales de Hego Euskal Herria. Supone más de un tercio del presupuesto total para 2011 de los gobiernos de Iruñea y de Gasteiz. En 2011, a los empresarios se les perdonarán de forma directa en el Impuesto de Sociedades 670,8 millones por este concepto. De esa cantidad, 524 millones corresponden a las cuentas de la CAV, lo que significa una cantidad superior a los preuspuestos de varios departamentos del Gobierno de Patxi López. Entre ellos, el de Empleo y Asuntos Sociales porque, si descontamos los 472 millones de la transferencia de las políticas activas de empleo, el presupuesto se quedaría en 526 millones, un 15,73% inferior al del año pasado, y una cantidad casi similar a lo que se va a perdonar a las empresas en el Impuesto de Sociedades. En este caso, hay que tener en cuenta que en tiempos de bonanza económica, los empresarios han pagado en el mejor de los casos un 17,1%, lo que significa trece puntos por debajo de lo que lo que tenían que haber tributado. En tiempo de crisis, cuando se hagan públicos esos datos de tributación empresarial, será inferior el porcentaje.

Además, si se compara lo que van a dejar de pagar los empresarios por gastos fiscales y lo que el Departamento de Empleo y Asuntos Sociales destina a hacer frente a los problemas de exclusión social y pobreza se demuestra un elevado desequilibrio en favor precisamente de los empresarios. Para la Renta de Garantía de Ingresos y las Prestaciones Complementarias de Vivienda se destinarán 325 millones en 2011, a los que habría que añadir otros 17,3 millones de las Ayudas de Emergencia Social (AES), cantidad similar a la que se destinó el año pasado y que no sirvió para atender a las necesidades de la población afectada debido al fuerte incremento del desempleo y, sobre todo, el aumento de las personas que se quedan sin prestación económica. Los últimos datos de octubre del desempleo confirman que las personas en paro y sin prestación económica suponen ya el 36,38%.

Los gastos fiscales también se aplican al impuesto de patrimonio, donde se perdonará el pago de 50,6 millones. Este impuesto sólo está vigente en Gipuzkoa, mientras que el resto de haciendas de la CAV lo anularon. En primas de seguros se eximirá del pago por 19,2 millones. Otros 26,3 millones por «dividendos percibidos» y 53,8 millones por reinversión en vivienda habitual se dejarán de cobrar; lo mismo que por aportaciones a planes de pensiones y entidades de previsión social voluntaria (EPSV), aunque no fija la cantidad exacta por este concepto.

El desequilibrio es, por lo tanto, muy importante. Pero, además, resulta que el consejero de Economía y Hacienda del Gobierno de Gasteiz, Carlos Aguirre, explicó a la hora de presentar los presupuestos que el esfuerzo que realizaba el Ejecutivo en materia social era «muy importante» y situó el gasto social por habitante en el ámbito de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa en 3.489 euros. Sin embargo, si se compara ese dato con los existentes en la Unión Europea se demuestra que la media en 2007, es decir hace tres años, del gasto social por habitante fue de 5.726 euros. Es un 40% menos en la CAV. Bélgica, Alemania, Estado francés, , Países Bajos, Suecia, Gran Bretaña, Islandia, Suiza, Noruega y Estado español destinaron mayor gasto social por habitante que el que ha fijado Carlos Aguirre en el presupuesto de 2011.

Queda demostrado que los gobiernos de Patxi López y de Miguel Sanz suspenden en la política social, porque apoyan más a los empresarios y, sin embargo, reducen los salarios a los empleados y recortan las prestaciones económicas a los más necesitados. Se hacía cuando la economía iba bien, pero también se hace cuando la economía va mal. De esta manera, los presupuestos para 2011 seguirán siendo antisociales y girarán en torno a los intereses de los empresarios.