La izquierda abertzale percibe un «cambio» negativo en Urkullu
La izquierda abertzale ha hecho un llamamiento a la dirección del PNV y, especialmente, a su base social para que el partido jeltzale coloque «los intereses del conjunto de la sociedad» de Euskal Herria por delante de «los cálculos político-electorales». Considera que, con sus últimas declaraciones, Iñigo Urkullu «se ha integrado» en la actual estrategia del PSOE para «poner freno» y «desdibujar» las expectativas abiertas en torno a la resolución del conflicto político.
GARA |
La izquierda abertzale ha hecho una valoración muy negativa de la actitud que está mostrando de cara a la opinión pública el presidente del EBB del PNV tras la «reunión-cena» que mantuvo la pasada semana en Madrid con José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba. «Con estupor y preocupación» ha recibido «la orientación que han tomado las declaraciones» realizadas en los últimos días por Iñigo Urkullu en torno a la situación política en Euskal Herria, lo que le lleva a considerar que «se ha integrado en la actual posición del PSOE de poner freno al desarrollo del nuevo contexto y de desdibujar la expectativa política que se ha abierto en nuestro país de mano de la izquierda abertzale».
Esa preocupación viene motivada, según se recogía en una nota de prensa difundida ayer, porque esa «sucesión de actuaciones y posicionamientos» indicarían que «esa reunión se ha convertido en un punto de inflexión en el discurso y posición del PNV en torno a la nueva fase política». Incluso, afirmó que las reflexiones que Urkullu ha trasladado a través de varios medios de comunicación «han sido más propias de un delegado del Gobierno español que las de un presidente del EBB».
Concretamente, critica que dé «legitimidad» a «versiones policiales sobre ETA y la izquierda abertzale», que establezca «`listones' para la izquierda abertzale» mientras da «cobertura al Gobierno del PSOE» en una política policial y judicial «que permite la vulneración masiva de derechos humanos», y que avale «la Ley de Partidos y el juego instrumental del Gobierno en relación a la ilegalización».
«Da la impresión -añadió- de que el mandatario jeltzale ha interpretado a su manera el `Batu gaitezen' planteado por sectores de su propio partido, desarrollando esa idea uniéndose a las posiciones del PSOE y del PP en materia de solución al conflicto».
«El precio de la lealtad»
Todo ello lleva a la izquierda abertzale a «temer» que, tras el pacto de estabilidad institucional suscrito por el PNV y el PSOE en vísperas de la aprobación de los presupuestos generales del Estado -«que Iñigo Urkullu vende como `aportación' a la pacificación», se apostilla en la nota-, no sólo existan acuerdos relacionados con «los intereses específicos del PNV», sino también otros «que recojan el `precio' de la lealtad y alineamiento a las posiciones que mantiene Rubalcaba desde el Ministerio del Interior». Entre los «intereses específicos», citó la propuesta para respetar las listas más votadas en las próximas elecciones locales y forales o algunas inversiones económicas concretas.
Ese «precio» tendría «mucho que ver con la ubicación estratégica del PNV en el escenario vasco de la mano del PSE», así como con el interés común de ambos partidos de «debilitar el espacio independentista-soberanista que está ilusionando a importantes sectores de la sociedad vasca».
Por su parte, la izquierda abertzale se ratifica en «todos» los compromisos adquiridos con la ciudadanía para construir una nueva fase política y en las «exigencias multilaterales» expresadas en el Acuerdo de Gernika. Y, con esos principios como bases de su actuación, emplaza «a la dirección del PNV y, muy especialmente, a su base social» para que se sumen a «la responsabilidad colectiva» y «pongan los intereses del conjunto de la sociedad por encima de los cálculos político-electorales y cotas de poder institucional».
«En lugar de asumir un rol de exigencia de compromisos a todas las partes (...), Iñigo Urkullu se configura como `delegado' de un PSOE que sigue sin abordar positivamente las expectativas abiertas en la sociedad».
La izquierda abertzale afirma que el líder del PNV «pretende quitar valor y trascendencia a la Declaración de Bruselas y al Acuerdo de Gernika» cuando no entra a valorar «la posición de un Gobierno del PSOE rehén del PP».