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La realidad carcelaria necesita soluciones

Los familiares y amigos de los presos pol�ticos vascos se reunieron de nuevo ayer para reflexionar sobre la situaci�n que sufren sus allegados, y ellos mismos, a consecuencia de la pol�tica penitenciaria impuesta por los estados espa�ol y franc�s como parte de su estrategia ante el conflicto pol�tico que vive Euskal Herria. Tras el encuentro de Arrasate, los portavoces de Etxerat volvieron a recordar que el trato que reciben sus familiares presos no se basa en �criterios de Derecho�, sino en un sistema carcelario de �car�cter excepcional� que se ha establecido �en claves puramente represivas�. Estas afirmaciones no responden a sentimientos personales, al sufrimiento que se les ha impuesto, sino a datos objetivos que cualquier jurista suscribir�a si no se dejara guiar por las presiones de los poderes estatales.

La dispersi�n penitenciaria, que se viene aplicando de forma generalizada desde finales de los a�os 80, fue dise�ada por el Gobierno de Felipe Gonz�lez como una forma de presi�n para que los propios presos abandonaran sus principios pol�ticos y como chantaje hacia sus familiares. Ayer mismo, el ex presidente espa�ol hac�a p�blicas una serie de �revelaciones� en torno a la lucha contra el independentismo vasco que vienen a corroborar que el Estado no siempre ha tenido reparos para actuar m�s all� de los l�mites del Derecho, es decir, fuera de la ley.

Por eso cobran m�s fuerza todav�a las reflexiones que lanzaron ayer desde Etxerat para �que nadie mire hacia otro lado�, porque la situaci�n en la que se encuentran los presos pol�ticos vascos �es una realidad que requiere soluciones ya, sin excusas y sin demoras�, para de ese modo colaborar a poner fin a �una oscura y larga etapa que cuanto antes debe pasar a ser parte de la historia�. Un esperado cambio de escenario que, como indicaron, llegar� a trav�s de la activaci�n social, de la solidaridad ciudadana, imprescindible para que dirigentes pol�ticos y representantes institucionales se vean obligados a asumir su parte de responsabilidad en la b�squeda de esas soluciones.

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