La ONU trabaja en el derecho humano a la paz con aplicación en Euskal Herria
Expertos internacionales trabajan, tras el refrendo obtenido en junio del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en la redacción del borrador de la declaración sobre el derecho de los pueblos a la paz, que deberá estar finalizado para enero de 2011. Esta iniciativa de ONG mundiales recoge en su articulado una ampliación del concepto de la libre determinación de los pueblos, de aplicación en Euskal Herria.
Agustín GOIKOETXEA |
La Asociación Española para el Derecho Internacional de los Derechos Humanos (AEDIDH), en colaboración con más de 800 ONG de todo el mundo, lleva cuatro años liderando una iniciativa en favor del derecho humano a la paz. Desde la Declaración de Luarca de 2006, a otra que tuvo lugar el 24 de febrero de 2010 en Bilbo, luego ratificada el 2 de junio en Barcelona, se ha ido trabajando en la articulación jurídica del documento que se pretende incluir en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, para lo que necesita del refrendo de la Asamblea General de la ONU.
El 17 de junio de 2010, el Consejo de Derechos Humanos de esta organización reconoció el trabajo efectuado desde la sociedad civil y encargó a un grupo de expertos la ardua labor de codificación del documento. La respuesta de los gobiernos fue positiva si exceptuamos, como suele suceder siempre que se toca algún asunto relacionado con derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, la oposición del Estado español, al igual que el resto de los de la UE, Estados Unidos y Japón.
A pesar de esta actitud, Carlos Villán, presidente de la AEDIDH y con experiencia de 23 años en la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en Ginebra, cree que el Gobierno español tendrá que «persuadirse» de que debe abandonar esquemas heredados de la época de la Guerra Fría. El motivo de la oposición española radica en que entre los derechos que incluye la denominación de derecho humano a la paz se encuentra también el derecho a la autodeterminación de los pueblos o el «derecho de resistencia contra la opresión y el totalitarismo».
Villán estuvo ayer en Bilbo para presentar su libro ``Contribuciones regionales para una declaración universal del derecho humano a la paz'', donde se incluye la ``Declaración de Bilbao de febrero de 2010''. Allí -arropado por el decano del Colegio de Abogados de Bizkaia, Nazario Oleaga, y el letrado Kepa Landa, de la asociación Eskubideak- explicó que la paz se entiende como «la ausencia de todo tipo de conflicto armado, también de todo tipo de violencia armada y estructural, de orden cultural, económica y social. La cultura de la paz -enfatizó- se ha perdido, hay que recuperarla».
En cuanto a la libre determinación de los pueblos, Villán Durán incide en que va más allá de la de 1965 que se refería a aquellos pueblos sometidos a ocupación colonial y dominación extranjera, para ser un derecho para todo aquel que lo desee, «incluido el pueblo del País Vasco». «Este pueblo -manifestó a GARA- tiene suficiente entidad como pueblo para reivindicarlo y decidir cómo quiere constituirse política, económica, social y culturalmente».
El jurista considera «lamentable» que el Estado español se oponga al derecho humano a la paz, incidiendo en que es una iniciativa de la «sociedad española» a la que su gobierno, «que se dice democrático, deberá responder superando esquemas del pasado y «adaptándose a la diversidad cultural, a las diferentes sensibilidades que hay en el mundo». Además, estima que es un modo eficaz de luchar contra las profundas raíces de la violencia en el mundo, y también en Euskal Herria.
Mientras los expertos trabajan en la redacción de la declaración por encargo de la ONU, Santiago de Compostela acogerá el 9 y 10 de diciembre el Congreso Internacional sobre el Derecho Humano a la Paz, que servirá para poner broche final a la campaña mundial y también para volver a reclamar a los responsables gubernamentales que den pasos y dejen atrás sus objeciones.
El Congreso será uno de los cuatro que conformarán el Foro 2010 que se desarrollará del 3 al 30 de diciembre, que según sus propios impulsores pretende ser «un gran contenedor de eventos y actividades a nivel mundial que giran alrededor de la cultura de la paz», cuyo comité organizador preside Federico Mayor Zaragoza. La presencia vasca se aventura numerosa.
Antes de esta cita, hoy precisamente durante toda la mañana en el Kultur Etxea de Berriz, Carlos Villán Durán participará en unas jornadas promovidas por el Ayuntamiento, donde expondrá la ponencia ``El derecho humano a la paz como precondición para el ejercicio de todos los derechos humanos».
Desde el Consistorio de Berriz se pretende aportar su granito de arena para impulsar desde el ámbito municipal una reflexión acerca de «cómo se puede coadyuvar a la prevalencia de la paz y de todos los derechos humanos para todas las personas». «Vivimos en un mundo atravesado por la violencia, circunstancia a la que, aquí, no somos ajenos. Las violaciones de derechos humanos afectan directamente a la condición humana y a su vertiente política, social y cultural», argumentan. A.G.
Carlos Villán estima que en Euskal Herria hay que hacer «un exorcismo» de todo tipo de violencia y construir las bases de la paz por medios pacíficos y democráticos, sin exclusión de nadie.