La SEPI plantará a los trabajadores de Babcock que acuden hoy a Madrid
El director de Relaciones Industriales de la SEPI comunicó ayer a los representantes sindicales de Babcock Power que no recibirá al comité. Seis autobuses acuden esta madrugada a Madrid, con el apoyo de los alcaldes y representantes del PNV, izquierda abertzale e Izquierda Unida. Los trabajadores se concentrarán ante la sede de la SEPI para exigir una solución de futuro y para que el Gobierno español garantice la continuidad de la empresa.Juanjo BASTERRA |
Seis autobuses con trabajadores de Babcock Power parten a las 6.00 a Madrid para exigir a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) que garantice el futuro de la planta de bienes de equipo de Trapagaran. Alcaldes y miembros del PNV, de la izquierda abertzale, del PSE, y de Izquierda Unida, entre otros, se suman a esa comitiva con el objetivo de exigir que se garantice el futuro de la planta que mantiene a 400 personas en este momento.
La caravana por el futuro de Babcock llegará a las puertas de la SEPI hacia las 11.30 donde el comité tiene previsto entrevistarse con sus responsables. Sin embargo, la sociedad estatal que depende de forma directa del Gobierno español que preside José Luis Rodríguez Zapatero comunicó ayer al comité que no habrá tal reunión. Será un nuevo plantón de la SEPI, dado que el comité ha tratado de reunirse en varias ocasiones este año, aunque no lo ha conseguido. La insolvencia del propietario actual de Babcock, los austriacos de A-Tec Industries (AE&E), pone en riesgo el mantenimiento de la empresa, que fue una de las referencias de Ezkerraldea durante el último cuarto del siglo pasado, pero deja en entredicho la gestión del Gobierno español en esta operación. Porque Babcock fue una empresa pública desde comienzos de los años ochenta y las privatizaciones que se realizaron en 2001 y en 2004 «han resultado un fracaso absoluto».
En el comunicado que SEPI remite justificando que no recibirá al comité de empresa indica que hará cumplir los acuerdos de la segunda venta fallida, pero eso no quiere decir nada, porque a partir de diciembre de este año y, de forma más directa desde mayo, se acaban todas las garantías para los trabajadores de Babcock lo que significa que sus propietarios pueden liquidar la empresa y llevar adelante la venta de la empresa.
La irresponsabilidad de la SEPI, una vez más, está presente en la lucha continua que llevan los trabajadores de Babcock. De hecho, desde 1978 los trabajadores se movilizaban en busca de futuro. Entonces se decía que esa empresa «era necesaria para la economía del país» y, de hecho, fue junto a Mecánica de la Peña (Mecapeña) de Urduliz la que lideró el sector de bienes de equipo. La segunda ha desaparecido y Babcock se encuentra con un futuro comprometido. Hace ya tres décadas los trabajadores reclamaban «la importancia fundamental del sector» y exigían «inversiones» para relanzar la empresa. La segunda privatización fallida de Babcock, sin duda, tenía unos motivos similares, pero el grupo austriaco no ha invertido en la empresa como se comprometió.
Por ese motivo, el comité exige a la SEPI que rompa el acuerdo de venta y busque un inversor adecuado. Ayer y hoy los trabajadores siguen exigiendo futuro para Ezkerraldea. La diferencia es que entonces la plantilla de Babcock superaba los 5.000 empleos y ahora son 400.
El comité de Babcock, hoy igual que en 1978, reclama futuro para la empresa y exige al Gobierno español que rompa el acuerdo de venta privada con la austriaca A-Tec porque se ha incumplido y con su insolvencia pone en grave situación a la empresa vizcaina.
Seis autobuses con trabajadores de la empresa de bienes de equipo de Trapagaran parte hoy a las 6.00 hacia Madrid. Quieren llegar a las puertas de la sociedad estatal para exigir que busque unos nuevos empresarios, pero que esta vez sean solventes, porque los dos intentos anteriores han fracasado.