El preso Patxi Segurola emprende una huelga de hambre ante el riesgo de expulsión y tortura
GARA | DONOSTIA
El preso usurbildarra Patxi Segurola, que en breve cumplirá la condena impuesta por los tribunales franceses, emprendió el lunes una huelga de hambre ante el inminente riesgo de ser expulsado. El movimiento pro amnistía ha alertado sobre «el riesgo de tortura» que conlleva que sea entregado a las FSE españolas y ha demandado su derecho «a vivir libre y sin riesgo a ser torturado» en Euskal Herria.
Será el día 30 de este mes, cuando el vecino de Usurbil abandone la prisión de Poissy tras permanecer más de once años encarcelado. En este tiempo, los juzgados franceses han denegado dos órdenes de extradición de la Audiencia Nacional española, por lo que París no debería expulsar a Segurola al Estado español. Al parecer, tras denegar estas solicitudes el Estado francés podría optar por confinar a Segurola. El usurbildarra teme que París abogue finalmente por su expulsión al Estado español, lo que podría conllevar su arresto e incomunicación por parte de las FSE y por ello cumple hoy su quinto día sin ingerir alimentos.
Zulueta sigue aislada
El movimiento pro amnistía ha denunciado por su parte, la «extrema situación de aislamiento» que vive la abogada Arantxa Zulueta.
Detallaron que en la prisión Málaga,– a donde la trasladaron procedente de Cáceres y donde también la mantuvieron en aislamiento más de cinco meses–, sólo ve a carceleros, ya que, además de haber trasladado a los cuatro vascos que se encontraban en esta prisión, en su módulo no hay otros presos. Censuraron que al patio sale sola y que son pocos los objetos que puede tener.
Por su parte, ayer 95 personas se movilizaron en Eibar por los presos, en Burlata 68, en Arrosadia 25, en Donibane 58 y en Txantrea 55.