El nuevo acuerdo de Gobierno iraquí busca la estabilidad que ansía EEUU
Tras ocho meses de negociaciones y parálisis institucional, las principales fuerzas iraquíes lograron ayer un acuerdo para formar el nuevo Gobierno, que seguirá estando dirigido por Nuri al-Maliki, mientras que Iyad Allawi, vencedor de las elecciones, se tendrá que conformar con un cargo de nueva creación. EEUU se apresuró a valorar muy positivamente el acuerdo, con la esperanza de que se alcance la estabilidad que le permita retirar sus tropas.
GARA |
Irak cerró ayer ocho meses de crisis política tras un acuerdo nacido con fórceps para repartir el poder entre los distintos grupos políticos que concurrieron a las elecciones de marzo. La presión de EEUU ha sido determinante para que se pudiera lograr el pacto. Washington, que retirará los 50.000 soldados que siguen desplegados en el país árabe antes de que acabe el próximo año y que por tanto necesitaba urgentemente estabilidad, calificó el acuerdo de «gran avance».
«Durante todo el proceso de negociaciones hemos dicho que el mejor resultado sería que se formase un Gobierno que incluyera a las principales formaciones de los grupos étnicos y religiosos y que no excluyese o marginase a nadie», declaró Anthony Blinken, consejero de seguridad nacional del vicepresidente estadounidense, Joe Biden.
Ayer mismo el Parlamento se reunió para nombrar presidente de la Cámara al suní Osama al-Nuyaifi, elegido en la lista Al-Iraquiyah de Iyad Allawi. Se trata del primer cargo principal del Estado que se designará gracias al acuerdo.
Al-Nuyaifi, gracias al acuerdo, era el único candidato al puesto de presidente del Parlamento. Antiguo ministro de Industria de 54 años, sucede en el cargo a otro suní, Iyad al-Samarrai, del Partido Islámico.
El kurdo Yalal Talabani se mantendrá como presidente de la República y el chií Nuri al-Maliki conservará el cargo de primer ministro, informó el portavoz del Gobierno, Alí al-Dabbagh.
De hecho, el Parlamento, con la ausencia de los diputados de Al-Iraquiyah que abandonaron la Cámara, llevó a cabo también ayer la designación de Talabani , quien inmediatamente anunció que encargará a Al-Maliki, la formación del nuevo Gobierno.
De este modo, Allawi aparece como el gran perdedor en este acuerdo, ya que pese a que su candidatura se impuso en las elecciones no ha logrado ser nombrado primer ministro. Como premio de consolación será nombre presidente del Consejo Nacional de Política Superior (CNPS), una nueva instancia con poderes ejecutivos.
Según explicó en un comunicado, la lista de Allawi puso cuatro condiciones para aceptar este acuerdo: que se votara una ley aprobando la creación del CNPS, que una comisión examinara la situación de los presos políticos, que se oficialice por escrito el acuerdo de reparto del poder y que se anule la decisión de prohibir el acceso a cargos públicos de tres miembros de Al-Iraquiyah acusados de vínculos con el partido Baaz de Saddam Hussein.
«Al-Iraquiyah espera no tener que reconsiderar su decisión de participar en este proceso político si no se respetan las condiciones acordadas», indicó.
El Parlamento pisó el acelerador tras ocho meses de bloqueo y ayer también nombró presidente al kurdo Yalal Talabani, que anunció que encargará a Al-Maliki la formación del nuevo Gobierno. Los representantes de Al-Iraquiyah no participaron en la votación.
Uno de los clérigos más importantes de Irán, el gran ayatolah Abdolah Javadi Amoli, instó ayer el papa católico Benedicto XVI a actuar contra «los crímenes de EEUU en la región» de Oriente Medio.
Amoli se reunió ayer en la ciudad santa chií de Qom con una delegación vaticana encabezada por el presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, el cardenal Jean-Louis Pierre Tauran.
«Miramos desde Irán hacia el este: la gente es asesinada a diario en Afganistán y Pakistán. Miramos al oeste: el terror y el asesinato prosigue día a día en Irak. A lo largo de Oriente Medio, la muerte se extiende cada día», afirmó Amoli. GARA
