Defenderemos hasta el último argumento la necesidad de una televisión pública que funcione fuera de las presiones comerciales del número de espectadores, que tenga un contenido inequívocamente cultural. Sin dudas. Pero una vez dicho esto, a quienes corresponde mantener estas programaciones les pedimos, muy especialmente, un poco de respeto para la escasa audiencia que les sigue y, sobre todo, para que su función no sea una mera impostura. Pedimos un tratamiento estrictamente profesional y no paternalista

Si el Ministerio de Cultura concede una subvención nominativa de un millón de euros a TVE para que haga un supuesto canal cultural, se debe hacer, no solamente para cubrir el expediente, sino por convencimiento. Y este convencimiento reside no en hacer programas, programitas, programazos buenos, bonitos y baratos, interesantes o no, sino por una vez colocados en la parrilla tratarlos exactamente igual que si fuera otra alternativa televisiva. No se puede, repetir, redifundir, sin previo aviso, entregas de hace medio año. No se puede crear ese estado de confusión permanente que lo que se logra con que La 2 y 24 horas compartan programas de manera jeroglífica. Que se repita casi en el mismo día un programa en una u otra. Que no exista una coordinación lógica.

Por eso reclamamos un poco de respeto, sobre todo para los profesionales que hacen los programas, porque no existe mayor desprecio en este negocio televisivo que la mala ubicación en día y hora, la nula promoción, la solapación de entregas viejas y nuevas. Es imprescindible emprender con urgencia actos racionales y profesionales para mejorar el conocimiento de la población en general de «Nostromo», «Programa de mano», «Página 2» , «Miradas 2», entre otros, porque todos ellos, con sus lógicas diferencias, su intensidad variable, dedicados a los libros, la música clásica, el pensamiento o las variedades artísticas y culturales, se enmarcan en lo que parece necesario, defendible, útil, adecuado para el concepto de televisión pública. Algunos de estos programas nos ayudan a transitar la tarde del domingo acompañados de una cadena de televisión que nos ayuda a mejorarnos.