El PNV ayuda a Zapatero a evitar su comparencia en el Congreso en relación a Sahara
El PNV volvió a echar ayer una mano al presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, en esta ocasión para evitar su comparecencia ante el Congreso con el fin de ofrecer explicaciones sobre la actuación de su Ejecutivo en relación al conflicto de Sahara Occidental.GARA |
El PSOE y el PNV rechazaron ayer en la Junta de Portavoces del Congreso español la petición registrada por ERC-IU-ICV y el Grupo Mixto (UPyD, BNG y NaBai) para que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ofreciese explicaciones sobre la actuación de su Ejecutivo en torno al conflicto de Sahara Occidental.
La solicitud de comparecencia, que contaba con el apoyo del PP por la «vergonzosa y vergonzante dejación de la defensa de los derechos humanos» por parte del Gobierno español, fue realizada tras varias semanas sin que la Junta de Portavoces pusiese fecha a la que petición de comparecencia del entonces ministro de Asuntos Exteriores realizada en setiembre. Su sustituta, Trinidad Jiménez, compareció la semana pasada en el Congreso, pero lo hizo en comisión.
El portavoz parlamentario del PSOE, José Antonio Alonso, consideró que en la última semana no se han producido nuevos datos que justifiquen la comparecencia de Rodríguez Zapatero, y señaló que la posición del Ejecutivo, que lamenta pero no condena, sigue siendo la misma.
Disciplina de voto
José Antonio Alonso destacó también la libertad de opinión de los miembros de la corriente Izquierda Socialista, la única que existe dentro del PSOE, para pronunciarse en torno al conflicto de Sahara Occidental pero, en cualquier caso, quiso dejar claro que este colectivo, que tiene tres diputados en el Congreso, debe respetar la disciplina de voto.
Izquierda Socialista ha exigido en un comunicado al Gobierno una condena expresa de la agresión marroquí al pueblo saharaui y «medidas efectivas» encaminadas a la realización del referendo para la autodeterminación de Sahara, en línea con las resoluciones de la ONU.
La activista Aminatu Haidar regresó ayer sin problemas a El Aaiún con intención de «informar de lo que está sucediendo» en la capital saharaui tras el desmantelamiento del campamento Gdeim Izik y encontró una ciudad «desolada» y «completamente vacía».