Algunos de los grandes tópicos del fútbol se refieren a los derbis. A saber, partidos de mucha intensidad, poco juego y pronóstico incierto. Y los tres augurios pueden aplicarse al choque que disputarán Athletic y Osasuna en San Mamés, aunque en las quinielas la opción del «1» gana por goleada.

Y no es de extrañar, porque el primer derbi de la temporada en el estadio bilbaino enfrenta a dos almas gemelas, o casi, entre las que el factor fundamental pasa por el escenario. Cuando Athletic y Osasuna actúan lejos de sus aficionados, las prestaciones de ambos caen en picado; cuando se sienten arropados, se muestran poco menos que intratables.

Los rojiblancos, al menos, ya saben lo que es ganar lejos de San Mamés esta temporada. Lo consiguieron ante el Hércules, en la jornada inaugural, en lo que sigue siendo su única victoria a domicilio de todo 2010. Dos semanas después empataban en Gijón. A partir de ahí el vacío más absoluto, incluyendo tres goleadas consecutivas (4-3 en Sevilla, 4-1 en El Madrigal, 5-1 en el Bernabéu). Unos marcadores que dejan bien a las claras por dónde pasa buena parte de los males bilbainos: el Athletic es el visitante más goleador de la Liga, sólo por detrás de Real Madrid y Barcelona, pero también es el que más goles ha encajado -17 en seis partidos-, lo que hace prácticamente imposibile puntuar.

Una trayectoria diametralmente opuesta a la que ha firmado en su estadio: sólo Atlético de Madrid, que llegó en su pletórico inicio de temporada, y Barcelona han sido capaces de llevarse puntos de San Mamés. El resto se ha marchado de vacío y, en algunos casos, con un buen saco de goles en contra.

Qué decir de Osasuna, el cuarto mejor equipo de la Liga como local, por delante incluso, y aunque sea por la mínima, del Barcelona: 14 puntos y apenas dos goles en contra en El Sadar sitúan a los rojillos en la zona media de la clasificación. Si viviesen exclusivamente de sus números como visitantes, la situación sería bien diferente. Rozaría, de hecho, lo dramático, no en vano el equipo de José Antonio Camacho es el peor visitante de la Liga. Como el Racing, sólo ha sido capaz de sumar un punto en sus seis desplazamientos. Y para arañar ese empate necesitó el único gol que cuenta a su favor lejos de El Sadar en lo que va de temporada.

Problemas que, como en el caso del Athletic, no son nuevos. También Osasuna se tiene que conformar, de momento, con una sola victoria a domicilio en todo 2010. Y la celebró el pasado mes de enero. Desde entonces, los navarros sólo han sido capaces de sumar un punto -el que arañaron en Riazor- en sus desplazamientos.

Si el fútbol fuese como las matemáticas, la casilla del derbi en el boleto de la quiniela no ofrecería la más mínima duda.

Mal de otros...

En realidad, la bipolaridad que está caracterizando las trayectorias de Athletic y Osasuna no tiene nada de anormal. Es el mal común de una Liga en la que la mayoría amarra en casa y se muestra prácticamente incapaz de arañar fuera.

La excepción, cómo no, lleva los nombres de Real Madrid y Barcelona. Con ventaja para los culés, en este caso, no en vano cuentan todos sus desplazamientos por victorias -seis de seis-, una cifra adornada por un gol average que produce escalofríos: 21 a favor, 3 en contra. El Real Madrid también se mantiene invicto como visitante, pero ha cedido dos empates lejos del Bernabéu.

De los 18 restantes, sólo el Valencia es capaz de mantener una línea regular al margen del escenario, y el único, al margen de los dos primeros, con gol average positivo como visitante. El equipo de Unai Emery ha sumado 10 de sus 21 puntos lejos de Mestalla.

Los casos más llamativos son los de Espanyol, Málaga y Almería. La escuadra catalana ocupa plaza de Champions League, pese a estar en el pelotón de los torpes en lo que a sus prestaciones como visitante se refiere. Apenas ha sumado cuatro puntos -rentabilizando al máximo su único gol como visitante- lejos de Cornellá, donde ha logrado el pleno, con seis triunfos en seis encuentros. Todo lo contrario sucede con Málaga y Almería, ambos en puestos de descenso, que han sumado más puntos lejos de su afición. Los rojiblancos, de hecho, han conseguido su única victoria como visitantes.