La secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, aseguró ayer que ETA «va a tener claro» que «es una urgencia cerrar el ciclo de negación de la violencia». En una entrevista en la emisora Onda Vasca, recogida por Europa Press, Etxaide precisó que «todos» comparten la necesidad de que «aquí hay que cerrar un ciclo» e indicó que «lo mejor es empezar a aplicar estrategias y políticas de un nuevo ciclo, porque eso nos sitúa a todos mentalmente y sobre la práctica de una nueva realidad».

«Yo creo que si ETA no tiene claro que, entre todos y todas, nos estamos situando en un nuevo ciclo, en el que cerrar el ciclo de negación de la violencia no es sólo una necesidad sino una urgencia, lo va a tener claro», manifestó.

A preguntas del entrevistador, la secretaria general de LAB indicó que no entiende que la organización armada «esté caminando en la dirección contraria» a la voluntad de asumir compromisos y aunque «efectivamente tampoco hemos visto que ETA se sitúe ya en Bruselas», precisó que «en su último comunicado dice que están dispuestos a llegar a ahí y a más» y subrayó que «lo más importante es ese `y a más'».

«Que esto no se siga dilatando»

La dirigente de la central abertzale consideró que ETA «sí tiene claro que va a tener que asumir compromisos y que esos compromisos no pueden dilatarse en el tiempo». «Ya me gustaría ver mínimamente al Gobierno español decir: `Y noso- tros también', opinó sobre la actitud del Ejecutivo Zapatero. Etxaide agregó que el propio Acuerdo de Gernika plantea que «esto no se siga dilatando» y que «de forma urgente es necesario que se dén los pasos» que demanda por parte de ETA y por parte del Gobierno español.

La secretaria general de LAB se refirió a los partidos, para subrayar que «los procesos y los intereses electorales» no puedan paralizar avances. «Cada vez que damos forma a nuevas iniciativas necesarias, que se agradecen por parte de la sociedad, y se van acercando los ciclos electorales no vemos la forma de resolver el conflicto de intereses propios con el de los intereses de la sociedad».

Por lo que respecta a la política penitenciaria, Etxaide indicó que el Acuerdo de Gernika plantea mínimos democráticos. «Hay ocho reivindicaciones, que son de mínimos, porque estamos hablando de derechos», indicó en contraposición a «medidas de excepción» que, según subrayó, «son un obstáculo y suponen, además, una conculcación de derechos».