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Pyongyang lamenta la muerte de civiles y acusa a Seúl y a Washington

Las autoridades norcoreanas lamentaron ayer la muerte, «si es cierta», de los dos civiles surcoreanos a causa de los obuses lanzados contra la isla de Yeonpyeong en un intercambio de artillería entre ambos países. En el mismo comunicado, acusaron al Ejecutivo del territorio vecino por emplear a los pobladores como escudos humanos. Pyongyang cargó asimismo contra Estados Unidos por fomentar la confrontación entre las dos coreas.
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Las autoridades de Corea del Norte lamentaron ayer el fallecimiento de los dos civiles surcoreanos en el intercambio de artillería del martes, a la vez que acusaron a Corea del Sur de utilizar civiles como «escudo humano» para proteger sus instalaciones militares. También criticaron que EEUU trate de aumentar la tensión entre ambos países, enemigos acérrimos desde hace 60 años.

De acuerdo a un comunicado difundido a través de la agencia oficial norcoreana KCNA, «si [la muerte de los dos civiles] es cierta, es muy lamentable, pero el enemigo debería ser responsable del incidente por la acción inhumana de crear escudos humanos con el despliegue de civiles alrededor de posiciones de artillería y dentro de instalaciones militares».

En esa misma nota, recogida por Efe, las autoridades de Pyongyang aseguraron que sus disparos de artillería, de los cuales unos 90 cayeron en la isla de Yeonpyeong, el pasado martes 23, iban dirigidos contra la base militar, lo que provocó también la muerte de dos soldados surcoreanos.

El martes, Corea del Sur realizó ejercicios militares con fuego real en la frontera en disputa de ambos territorios. Corea del Norte avisó a través de un fax que no aceptaría ejercicios con fuego real. Seúl hizo oídos sordos, lo que desencadenó la reacción de Pyongyang.

El Gobierno encabezado por Kim Jong-il reprochó a sus vecinos de emplear el enfrentamiento con fines propagandísticos, para «crear la impresión de que los indefensos civiles se encuentran expuestos al indiscriminado bombardeo del Norte».

Además, indicaron que la Casa Blanca quiere aprovechar el conflicto para incrementar su presencia militar en la zona con el despliegue del portaaviones nuclear « USS George Washington», que desde hoy y hasta el miércoles participará en unas maniobras navales conjuntas con Seúl.

Por otra parte, Corea del Sur celebró ayer el funeral por los dos soldados fallecidos el martes clamando venganza.

En el acto religioso, el comandante de la Marina prometió cobrarse una «venganza aumentada mil veces» por el ataque.

«Devolver el golpe»

Al funeral asistieron cientos de miembros del Ejecutivo, cargos militares, políticos, líderes religiosos, activistas y civiles, quienes depositaron flores blancas sobre los ataúdes de los dos militares surcoreanos, que según confirmó Seúl, tenían 20 y 22 años de edad.

Y el ministro de Defensa de Cora del Sur, Kim Kwan-jin remarcó que se necesitan acciones más contundentes. «Necesitamos reaccionar a las provocaciones de Corea del Norte con más firmeza. Necesitamos devolver el golpe muchas veces más fuertes».

CHINA

Una delegación del Gobierno chino visitó Seúl tras el repunte de la tensión. Entre los delegados destacó la presencia del Canciller de Estado, Dai Bingguo, junto con el enviado sobre asuntos nucleares de Corea del Norte, Wu Dawei.

Avisan de las consecuencias de las maniobras militares

Corea del Norte afirmó ayer que «nadie puede prever las consecuencias» de la participación del portaaviones nuclear «USS George Washington» en los ejercicios militares conjuntos con Corea del Sur en el mar Amarillo (mar Occidental), según la agencia oficial KCNA.

Los entrenamientos, que se prolongarán durante cuatro días, se llevarán a cabo en una zona muy sensible, entre la península coreana y China, país aliado de Corea del Norte. Estas aguas están en el punto de mira de Beijing, que claramente se declaró «opuesta a toda acción militar no autorizada en el interior de la zona económica exclusiva de China». El gigante asiático está recibiendo una gran presión por parte de Estados Unidos, que quiere que el Gobierno chino retire su apoyo al Ejecutivo de Kim Jong-il.

Para Pyongyang, estas operaciones son «una provocación militar intolerable».

«Este ejercicio no está dirigido contra China», indicó un portavoz del Pentágono, quien subrayó que las maniobras «son de naturaleza defensiva y destinadas a reforzar la disuasión contra Corea del Norte».

Además de alertar sobre las «imprevisibles consecuencias», Pyongyang afirmó que estos ejercicios militares, cercanos a la ciudad de Taean, llevan a la Península al borde de la guerra. Sébastien BLANC (AFP)

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