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Gamora ganadores de la sección metálica del XXII Villa de Bilbao

El pasado viernes la banda de Errenteria-Oiartzun terminó el día con 5.000 euros más en el bolsillo, la cantidad correspondiente al primer premio del Villa de Bilbao en su apartado metálico. Noche de oro.

Pablo CABEZA | BILBO

Noche intensa la que se vivió el viernes pasado en la catedral de la música del botxo, Bilborock, espacio donde Gamora se llevó el primer premio, 5.000 euros, mientras que los donostiarras Hiverland se embolsaron los 3.000 del segundo, además de llevarse el premio al Mejor Batería del concurso en esta sección, que lo recibió Bjorn Mendizabal, una máquina con tronco, cabeza, piernas y dos baquetas por brazos.

Finalizadas las actuaciones, el jurado se retiró a deliberar. En el tiempo de espera, un monologuista consiguió arrancar un puñado de sonrisas a un público expectante y a los músicos agrupados en un rincón a la izquierda del escenario.

Los primeros en salir a escena fueron Hiverland, con propuesta jevimetalera en onda Helloween, Dio o Iron Maiden. Su media hora transcurrió con cierta calma y una capa de frío sobre el público, que mayoritariamente esperaba a los bilbainos Steel Puppets. Hiverland mejoraron su pasada actuación dentro del concurso, pero en escena veían ya a un joven quinteto con todo Bilborock volcado hacia ellos. Steel Puppets transmitieron energía, potencia, juventud, complicidad y complicaron las cosas en la final del Villa.
Los terceros en subir a escena fueron Gamora, quienes tenían claro que debían de ser más explícitos que nunca, pues el nivel estaba alto y la temperatura por los cuarenta grados, así que o se apretaba el acelaredor o la cosa se complicaba. Gamora pisaron a fondo y concluyeron un set perfecto, muy potente.

Concluidas las actuaciones y mientras el monologuista contratado por la organización del concurso entretenía al público hasta la llegada de los resultados, las caras de los músicos contaron la especial película que vivían. Hiverland estaba convencido de que no se iba a comer un rosco dada la plasticidad física y sonido rocoso de las otras dos formaciones. Gamora reía con relajo las gracias de los monólogos, esperaba premio tras un soberbio set. Pero llegaron los sobres  y la primera cartulina extraída dijo que el segundo premio iba para Hiverland. Éstos explotaron en júbilo, tal y como si hubiesen ganado, actitud que nos extrañó ante el estruendo musical de las otras dos formaciones.
En ese momento, a Gamora les cambia la cara, adiós a las sonrisas, ya que si Hiverland eran los segundos, y Steel Puppets habían arrollado y jugaban en casa, pues que nada..., que ellos terceros y, además, sin premio alguno.

Sin embargo, la cartulina del jurado traía escrito Gamora como ganadores, nombre que una vez pronunciado por el portavoz del concurso, llevó al cuarteto al éxtasis. Mientras tanto, Steel Puppets se venía abajo por la derrota, aunque estar ahí, para un grupo tan joven y prometedor, ya debería de ser un gran premio.

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