SAN ANTONIO 33

ARRATE 26

El Amaya se ajustó al guión y se impuso al Arrate en el derbi por 33-26. Los navarros se aseguraron matemáticamente su participación en la próxima Copa. El abultado marcador no refleja, sin embargo, la igualdad que hubo durante buena parte del partido y el esfuerzo que tuvieron que realizar los anfitriones para doblegar a un rival peligroso que, sin embargo, no pudo repetir sorpresas recientes.

En una primera mitad tremendamente igualada, el equipo antoniano arrancó mejor y suyas fueron las primeras ventajas de uno y dos goles (3-1, m.5).

Sin embargo, la falta de intensidad defensiva permitió al Arrate meterse pronto en el partido y aprovechar el brazo armado de Tokic y la perfecta conexión con su pivote Beljanski para neutralizar la desventaja y ponerse por delante en el marcador (7-8, m.15).

A partir de ahí el choque fue un toma y daca, con el cuadro eibartarra empleándose a fondo en defensa y un rival liderado a la perfección por Niko Mindegia pero no lo suficientemente intenso cómo para romper el partido antes del descanso (15-14).

En la reanudación, cambió el panorama totalmente. El conjunto antoniano salió mucho más entonado. Ajustó la retaguardia y, espoleado por varias intervenciones de mérito de Lucau bajo los palos, desarboló al Arrate a la contra para endosar un parcial de 7-3 que abría la primera brecha.

Julián Ruiz paró el partido tratando de frenar la avalancha. La reacción no se hizo esperar y, merced a los goles de Szabó y Romero, el equipo eibarrés logró colocar un 22-20 a falta de quince minutos para el final.

Fue un espejismo porque el conjunto navarro, animado por su afición y el acicate de la Copa, no especuló y aprovechó la velocidad de sus extremos, Urdiales y Alberto, para lograr una nueva ventaja de seis tantos que terminó por noquear a un Arrate que se dejó llevar en la recta final.