Remontó el tempranero gol de Gregory, aleja en nueve puntos la zona del descenso y ahora debe demostrar si puede aspirar a más
La calidad de Zubieta se impone
Tres grandes detalles de Llorente, Griezmann y Xabi Prieto rematados por el donostiarra, Zurutuza y Aranburu dan a la Real un triunfo muy importante en la meca del realismo. Más de mil seguidores disfrutaron en el mismo fondo en el que se celebró la primera Liga.
SPORTING DE GIJÓN 1
REAL SOCIEDAD 3
Joseba ITURRIA
En el enfrentamiento entre dos de las canteras más productivas, la de Zubieta, con diez representantes entre los catorce que jugaron, impuso su calidad ante la del Mareo en un partido muy disputado en el que la Real supo remontar el tempranero gol de Gregory. Lo hizo gracias a tres tantos de gran nivel en los que hay que dar más mérito a los asistentes que a los goleadores.
Y eso que lo tuvieron, pero lo que hicieron Llorente, Griezmann y Xabi Prieto en las tres jugadas está al alcance de muy pocos jugadores y eso lleva a concluir que pocos equipos tienen futbolistas de esa calidad. Lo más positivo ayer fue ver a una Real fiel a lo que le dio en ese mismo campo la mayor cota de éxtasis colectivo de toda su historia. Hay jugadores de gran calidad individual, pero ellos y los demás trabajan como un equipo y son competitivos.
La Real estuvo a la altura del Sporting en las disputas -30 faltas locales por 28 de los blanquiazules, probablemente el partido en el que más se han señalado en contra de la Real en mucho tiempo- y ese dato es muy significativo porque cuando el rival no se impone en intensidad y disposición, la calidad de los jugadores ofensivos realistas, formados en Zubieta, se impone a la de los rivales.
El partido era muy importante. Afrontar el derbi y el duro calendario posterior tras tres derrotas resultaba peligroso. La victoria ante un rival directo, que queda cuarto por la cola a nueve puntos tras un tercio de Liga, el juego y la imagen en los últimos meses permiten afrontar los próximos partidos con la confianza y la fuerza para plantearse poder aspirar a cotas superiores a las previstas. Las visitas de Athletic, Sevilla y Valencia a Anoeta van a indicar si se puede pensar en algo más.
Primera remontada
Porque por encima de los resultados, la Real trasmite fuerza y regularidad en los últimos partidos, lo que permitió remontar por vez primera un partido que comenzó mal porque Carlos Martínez tardó diez minutos en entrar en juego. En ese tiempo el Sporting provocó dos corners y una falta en su zona y defendió mal a su par, Gregory, al adelantarse y buscar un lugar al que no iba el balón, como Bravo, con lo que el central marcó a placer sin marcaje y sin portero.
El conjunto blanquiazul, por suerte, empató pronto en una jugada en la que Joseba Llorente demostró su calidad con un toque de mucho mérito. No es nada fácil recibir un pelotazo de Bravo y dar una asistencia así para Xabi Prieto. Sólo ver al donostiarra y al balón en la misma acción es difícil, pensar en tocarle a la primera aún más y acertar con el pase es algo extraordinario. Además, el donostiarra hizo bien lo que le falta para ser un grandísimo jugador, pisar área y rematar con decisión, algo necesario en un jugador de su calidad que juega en esa demarcación. Lo hizo hasta el punto de recibir un fuerte golpe tras disparar y en esa línea debe seguir. La Real lo necesita.
Luego el donostiarra envió un centro perfecto que Zurutuza cabeceó fuera con todo a placer, pero el media punta se sacó la espina en una jugada en la que si lo que hizo Griezmann a Gregory lo hace hoy Cristiano Ronaldo se repetiría en las televisiones a todas horas. El regate fue genial, pero además puso el balón donde sólo él podía verlo. Zurutuza no acertó en el primer remate, que golpeó en la cabeza de Lora, pero sí en el segundo con la izquierda. Fue un gol además muy oportuno, porque llegó en el tiempo añadido.
Regularidad
La Real, hasta el de Gregory, había encajado sus últimos diez goles en las segundas partes, lo que había llevado a resaltar esta circunstancia. Si antes había que romper con la doble cara que el equipo ofrecía en casa y fuera, ayer demostró que puede jugar igual en los dos tiempos.
En el segundo sólo sufrió en diez minutos en los que se metió demasiado atrás tras un cambio ofensivo realizado por Preciado al prescindir de un central y sustituirlo por un media punta. Si en la primera media hora la Real tuvo el partido controlado sin conceder ocasiones, en diez minutos concedió varios disparos, aunque ninguno fue demasiado claro porque el de Sergio Álvarez, que permitió a Claudio Bravo lucirse, no llevaba la fuerza necesaria.
Lasarte respondió con un cambio defensivo al entrar Labaka para aguantar el resultado, pero no lo necesitó porque Xabi Prieto culminó su buen partido con una gran jugada en la que Aranburu volvió a confirmar su extraña habilidad para rematar mejor con su pierna menos buena. Cuanto más difícil es el remate, mejor lo ejecuta, como ha sido norma en la mayoría de los tantos que ha marcado.
El gol quitó emoción a los últimos minutos y permitió a la afición realista celebrar el triunfo con tranquilidad. Es muy importante tener una parroquia capaz de desplazar más de mil personas en un desplazamiento que tampoco es tan cercano y se merece volver con la alegría de una victoria. Por eso fue bonito ver la forma en la que celebraron el triunfo los jugadores y sus aficionados, con una unión entre los dos pilares de este club que permiten que en un año se haya pasado de pensar en ascender a plantearse ahora que si en los próximos partidos se mantiene la línea de los últimos se puede aspirar a algo más.
Martín Lasarte destacó que «quizás no fue el mejor partido desde el punto de vista estético, pero en lo competitivo el equipo estuvo duro, creyendo. No estuvo tan bien como otras tardes, pero compitió mejor. El Sporting es un conjunto muy intenso que destaca por la intensidad, el deseo, el orden, y competir cada balón como si fuera el último. A veces se desprecia esto, impera una visión demasiado romántica, pero eso es importante y ante rivales poderosos la única forma de estar a su altura es ésa. Nuestro equipo ha competido muy bien fuera en los últimos partidos. El objetivo para este partido era cortar con la sensación de equipo que deja sensaciones positivas y pierde, porque eso no sirve para nada. En este partido era importante irse con algo, por suerte el equipo tuvo un nivel de intensidad muy importante y conseguimos la victoria ante un rival difícil».
Sobre el hueco de nueve puntos abierto con el descenso, destacaba que llegar a la fase más difícil del calendario «con estos puntos es positivo y seguimos creciendo como equipo. Se hace algún cambio y no da la sensación de que cambie algo, el equipo sigue siendo competitivo. Por ejemplo, Elustondo hizo un gran partido y estoy muy contento con esta tónica. Hemos cambiado y ahora intentamos presionar arriba y que el rival divida porque competimos bien».
Ante la proximidad del derbi del próximo domingo en Anoeta contra el Athletic, Lasarte destacó que «es el partido de la rivalidad, de la pasión y la influencia de lo que has hecho en la anterior jornada es relativa. Lo importante es que hace un año deseábamos que este tipo de partidos aparecieran y ahora están en el horizonte y trataremos de dar una nueva alegría a la gente que tanto nos acompaña».
GARA
La expedición realista regresó tras el partido en autobús y a las once de la mañana realizará hoy la típica sesión de recuperación post partido. Mañana descansará y a partir del miércoles comenzará a preparar el derbi contra el Athletic que se jugará en Anoeta el domingo a las nueve de la noche (Canal +).