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SAN MAMÉS Triunfo rojiblanco en el derbi

Gurpegi decide en el último suspiro

Un gol del capitán rojiblanco en tiempo de descuento dio los tres puntos al Athletic. El tanto ratifica la buena dinámica bilbaina en San Mamés, pero castiga en exceso a Osasuna, que ofreció su mejor imagen como visitante en lo que va de la presente temporada.

ATHLETIC 1

OSASUNA 0

Amaia U. LASAGABASTER

En tiempo de descuento y sin hacer excesiva justicia a lo sucedido sobre el terreno de juego, pero el Athletic hizo buenos los pronósticos. De poco importó la considerable mejoría experimentada por Osasuna, que bien mereció marcharse con algún premio de San Mamés: la bipolaridad de rojiblancos y rojillos es tan extrema que, de una manera u otra, parecía inevitable que los tres puntos se quedaran en Bilbo.

Lo hicieron y eso provoca que Athletic y Osasuna vivan una semana de lo más típica. Es decir, los vizcainos, como cada vez que juegan en casa -cuarta victoria consecutiva para ellos en San Mamés y tercera con la portería a cero-, pueden permitirse mantener sus aspiraciones europeas. Incluso con más razón, porque la brecha con el sexto puesto se ha reducido a los dos puntos. Al equipo navarro, por el contrario, le vuelve a tocar lamerse las heridas y confiar en su fortaleza como locales para aferrarse a la clase media de la Liga, aunque la próxima visita del Barcelona a El Sadar oscurezca el panorama más que de costumbre.

No debería hacerlo la imagen que ofreció en San Mamés, en lo que posiblemente fue su mejor versión como visitante en lo que va de temporada. José Antonio Camacho había demostrado la víspera que tenía muy estudiado al Athletic y su equipo hizo otro tanto ayer. Muy concentrado en defensa, consiguió que durante muchos minutos sólo Iker Munian creara verdadera sensación de peligro en las inmediaciones de Ricardo. Arriba, con Camuñas en punta, bien escoltado por Masoud y, sobre todo, Juanfran, intentó explotar las debilidades rojiblancas. Que son menos, y eso también hay que tenerlo en cuenta, cuando el Athletic actúa ante su gente.

El de ayer, cierto es, no fue el mismo con el que se ha acostumbrado a disfrutar la parroquia vizcaina. Aunque no tanta como en los últimos encuentros, hubo intensidad y ambición, pero se echó en falta algo de claridad y, quizá en solidaridad con el frío polar de la jornada, algún gradito más. Algo tuvo que ver, de todos modos, que Osasuna no se pareciese en exceso a los últimos rivales que han pisado la Catedral. Lejos de desinflarse con el habitual empuje inicial de los rojiblancos, el cuadro navarro mantuvo los dientes apretados y la vista puesta en la portería de Gorka Iraizoz durante todo el choque. Así que cada intentona local se encontró con una respuesta visitante a la altura. Bueno para el espectador imparcial, que se divirtió con un choque de ida y vuelta; no tanto para los aficionados de uno y otro equipo, que tuvieron que alternar satisfacciones y sustos.

Como el que se llevó el Athletic con una buena jugada de Juanfran y Camuñas, con remate de Monreal y gran respuesta de Iraizoz. O el que le tocó a Osasuna con un córner que Susaeta envió al larguero, rozando el gol olímpico. Golpe y contragolpe se sucedieron en el primer tiempo. Hasta el último minuto, en el que Monreal despejó bajo palos un remate de Llorente que Gurpegi, en boca de gol, no acertó a enviar dentro.

Aunque el paso de los minutos se fue notando, la dinámica del encuentro no varió en exceso tras el descanso. Sí pareció sujetar más el balón el Athletic, pero el resultado de cara a portería fue similar: las llegadas se mantuvieron equilibradas en ambas áreas, sin que las ocasiones fueran excesivamente claras. La mejor fue, posiblemente, para Osasuna, que de nuevo por medio de Juanfran puso a prueba a Iraizoz.

Más de uno empezaba a dar por definitivo el empate. Hasta que el Athletic recuperó otra de sus constantes, la única a la que su rival, quizá, no prestó la atención suficiente. Los rojiblancos no arrojan la toalla hasta que suena el silbato; y tampoco acostumbran a regresar a casa sin mojar. Tampoco lo hicieron ayer. Javi Martínez forzó un córner en el descuento y Gurpegi, en el primer palo, lo convirtió en el 1-0. Las trayectorias pesaron bastante más que la historia del encuentro.

 

Tercer triunfo consecutivo para el Athletic

El Athletic se adjudicó su tercer derbi liguero consecutivo ante Osasuna en San Mamés. El encuentro tuvo poco que ver con los dos precedentes (saldados ambos con 2-0 y absoluta superioridad local), pero mantiene la racha rojiblanca. Osasuna sumó su último triunfo (0-3) en la Catedral en la temporada 06/07, con goles de Muñoz, David López e Izquierdo.

Osasuna se confirma como el peor visitante

La derrota no hace justicia a la imagen que ofreció, pero confirma a Osasuna como el peor visitante de la Liga. Como el Málaga, los rojillos sólo han sumado un punto lejos de El Sadar (en Riazor, en la séptima jornada). Además, sólo han podido lograr un gol, el que anotó Nekounam, de penalti, en la goleada (4-1) de Santander.

El próximo domingo, otro derbi

Al Athletic le espera otro derbi el próximo domingo. Esta vez ejerciendo de visitante, con lo que ello supone, de momento, esta temporada. Los rojiblancos, además, visitan a una Real con la que se encuentran igualados en la clasificación. Más complicada aún se presenta la semana para Osasuna, que recibe a un Barcelona con pleno de triunfos como visitante.

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