Resaca tras el Athletic-Osasuna
Dinámicas que volverán a cruzarse
Ambas escuadras demostraron en San Mamés su sólida trayectoria casera y su endeble recorrido a domicilio, dos líneas que de nuevo se entrelazarán en la próxima jornada, con el añadido de que los rivales que tendrán enfrente se lo van a poner muy crudo.
Natxo MATXIN
El caprichoso calendario liguero ha querido encadenar dos derbis vascos seguidos, de ahí que la intensidad con la que se viven deje ya para la historia el primero y la atención informativa se centre ahora en el segundo. En cualquier caso, el encuentro que midió a Athletic y Osasuna sirvió para acentuar todavía más las tendencias de una y otra escuadra.
La bilbaina, para demostrar que contra viento y marea, y pese a lo enmarañado del rival, sigue haciendo de San Mamés un auténtico fortín -excepción hecha de Barcelona y Atlético-. La Catedral es en estos momentos el bastión sobre el que se asientan las expectativas de los de Caparrós de mejorar los números de la pasada campaña.
Por el lado opuesto, la iruindarra, para confirmar el calvario que vive cada quince días cuando su nivel de juego no se corresponde con un incremento en el casillero. Ni siquiera en esta ocasión, la mejor imagen y la diferente disposición táctica sirvieron para sumar, con lo que agranda todavía más el dudoso honor de ser el peor visitante entre las grandes ligas europeas. Queda, en cualquier caso, el consuelo de pensar que por ese camino los de Camacho tienen más opciones de salir airosos en sus visitas que derrotados.
El peor rival posible
Dinámicas ambas que, de nuevo, se van a entrecruzar con la llegada de la decimocuarta jornada. Los de Caparrós vuelven a tener otra difícil prueba a domicilio para enderezar su también complicado recorrido ante una Real que no sólo va a tener unas ganas locas de volver a disputar otro derbi en lo más alto, sino que, al igual que los vizcainos, han hecho de Anoeta un feudo infranqueable para los contrarios que pisan su césped.
No menos crudo lo tiene Osasuna. Su fortaleza casera, esa que le enorgullece de permanecer invicto en su estadio desde hace nueve meses, se pone en juego este sábado. La piedra de toque es de la máxima exigencia: el considerado mejor equipo del mundo o, al menos, el que más espectáculo da y en cuyo seno juega la máxima estrella mundial. El Barça y Messi darán la medida de la potencia local de los rojillos, que disfrutaron ayer de la habitual jornada de descanso, coincidiendo con la festividad de San Saturnino, patrón de Iruñea.
Dos retos inminentes para los actores del derbi del pasado domingo que inciden una vez más en la enorme competitividad del torneo liguero en el que están inmersos y demuestran la volatilidad de un partido en concreto, independientemente del resultado, positivo o negativo, que se haya obtenido.
Todo son buenas noticias para Gorka Iraizoz en los últimos días. A su renovación hasta 2015 le sucedió un partidazo frente a Osasuna, donde fue el mejor de los rojiblancos, y este próximo domingo volverá a estar de enhorabuena pues cumplirá en Anoeta su partido liguero número 100 con la elástica del Athletic.
El guardameta navarro, que llegó al club de Ibaigane a las pocas semanas de la toma de posesión del actual presidente, Fernando García Macua, ha sido un jugador imprescindible para Joaquín Caparrós, a excepción de su primera temporada, en la que solamente jugó 13 partidos, a causa de una lesión muscular en noviembre de 2007, de la que recayó dos meses después y que le obligó incluso a ser intervenido.
A partir de ahí, su concurso ha sido inamovible, ya que desde la 2008-09, el de Antsoain sólo se ha perdido tres jornadas ligueras. Iraizoz recaló en el Athletic procedente del Espanyol, donde apenas había disputado 23 encuentros en la máxima categoría con la escuadra periquita.
Olvidado un derbi, la plantilla se centra ahora en el siguiente, un partido que llevan «esperando mucho tiempo», según aseguró Javi Martínez. «Después de estos años ellos tienen unas ganas tremendas y para nosotros también es un partido que llevamos esperando mucho tiempo», indicó.
El de Aiegi, que debutó en Primera precisamente ante la escuadra txuri urdin el 27 de agosto de 2006, reconoció que «entonces no lo pude disfrutar y ahora tengo ganas de poder hacerlo», explicó en sala de prensa.
GARA
Igor Gabilondo y Koikili Lertxundi sufren sendas sobrecargas musculares, por lo que quedan pendientes de su evolución para saber si llegarán a tiempo para la disputa del derbi de Anoeta. En ambos casos, los problemas están localizados en los adductores medianos, el derecho en el caso del centrocampista y el izquierdo en lo que se refiere al lateral.
Tras disfrutar de su descanso semanal, Osasuna regresará al tajo por la mañana para preparar el complicado choque que le espera este próximo sábado ante el Barcelona. Los de Camacho están citados en Tajonar a las 10.30 en una sesión matinal que se espera sea de recuperación y en la que, salvo sorpresa, el técnico murciano todavía no enseñará sus cartas.