La Policía brasileña seguía ayer peinando el Complexo do Alemao, el bastión de los narcotraficantes conquistado el domingo por fuerzas policiales de élite y el Ejército en el curso de una batalla decisiva contra la el tráfico de drogas en Río de Janeiro. El presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, cuyo mandato acaba el 1 de enero, anunció que el Complexo do Alemao había sido pacificado y aseguró que «ganaremos esta guerra».