EEUU rechaza la oferta china de reactivar el diálogo con Pyongyang
Tal y como presagiaba el desprecio con el que Seúl respondió a la oferta china para intentar resucitar el diálogo sobre el conflicto coreano, EEUU rechazó oficialmente la propuesta de celebrar una reunión del Grupo a Seis para aliviar la tensión militar en el mar Amarillo. Beijing insiste en la vía diplomática mientras que Corea del Norte confirmó oficialmente la puesta en marcha de «miles de centrifugadoras» para enriquecer uranio «con fines pacíficos».
GARA
Washington ha descartado la propuesta china de celebrar una reunión del Grupo a Seis sobre la cuestión coreana para intentar desactivar la tensión en torno al enfrentamiento artillero entre Pyongyang y Seúl e intentar resucitar el proceso de negociaciones, bloqueado desde hace más de un año.
La Casa Blanca señaló que esta reunión constituiría en el estado actual de cosas «una operación de relaciones públicas» para Corea del Norte, a la que exigió como condición previa que muestre su «seriedad».
En plena crisis, Beijing sugirió el domingo la posibilidad de patrocinar un encuentro a principios de diciembre de las dos Coreas, EEUU, Japón, China y Rusia, los seis países que participaron hasta 2009 en las negociaciones sobre la desnuclearización de la Península.
Para Washington, «celebrar conversaciones a seis sin un acuerdo de los norcoreanos para poner fin al comportamiento del que hicieron gala la semana pasada y para participar en el diálogo dando prueba de seriedad en la cuestión de su desnuclearización, no sería sino una operación de marketing».
Pero la iniciativa diplomática china prosigue. Japón, que mostró sus reservas ante esta iniciativa, anunció ayer que enviará a China a su experto sobre Corea del Norte, Akitaka Saiki, para reunirse con su homólogo chino, Wu Dawei.
Paralelamente, dos altos responsables norcoreanos, entre ellos el jefe del departamento internacional del Partido de los Trabajadores de Corea, llegaron ayer a Beijing, según informó la agencia japonesa Kyodo.
«Miles de centrifugadoras»
El régimen de Pyongyang confirmó oficialmente ayer la existencia de un nuevo programa de enriquecimiento de uranio, aunque señaló que tiene objetivos pacíficos, en concreto el suministro eléctrico.
«En este momento estamos construyendo un reactor de agua ligera (...) y explotamos un sistema moderno de enriquecimiento de uranio con miles de centrifugadoras», señaló la agencia KCNA, citando un editorial del órgano del partido comunista norcoreano, «Rodong Sinmun». «Utilizar la energía con fines pacíficos es un derecho que no puede ser puesto en duda a los países en desarrollo», recuerda el editorial, que añade que «tampoco puede ser monopolizado por algunos países».
Un científico nuclear estadounidense, Siegfried Hecker, pudo visitar el 12 de noviembre una fábrica que, según Pyongyang, contaría con 2.000 centrifugadoras. Hecker aseguró haber visto «no más de un millar».
Antiguo responsable del laboratorio de Los Álamos -de donde salieron las dos únicas bombas atómicas utilizadas en la historia-, el experto confirmó que la instalación no parecía concebida con fines militares pero insistió en que el enriquecimiento de uranio puede servir para fabricar bombas nucleares. EEUU ha exigido en la ONU una aplicación más estrita de las sanciones contra Pyongyang.
Un cable diplomático de los 250.000 filtrados por Wikileaks a varios diarios revela el juego a varias bandas que, según Washington, estaría protagonizando China en torno a la cuestión coreana e incluye declaraciones de altos responsables de Beijing que matizarían las estrechas relaciones entre el gigante asiático y el Gobierno norcoreano.
Por lo que respecta a este último aspecto, el documento recoge varias conversaciones entre responsables chinos y diplomáticos estadounidenses en las que aquellos insistirían en desmarcarse ideológicamente de Pyongyang y mostrarían impaciencia ante la táctica norcoreana de forzar a EEUU a negociar sacando músculo militar e, incluso, nuclear. En esas conversaciones se recogen invitaciones chinas a Washington a que asuma su papel de único país con posibilidades de presionar a Corea del Norte.
En lo que toca al «juego coreano» de China, el cable recoge una conversación con un alto dirigente surcoreano en la que éste asegura que Beijing aceptaría sin problemas una reunificación de Corea bajo la égida de Seúl siempre que no fuera hostil a China. En esta línea, la diplomacia estadounidense colige de todo ello que Beijing, que está afianzando las relaciones con Seúl, buscaría, en último término, hacerse con el control de una península coreana unida y desnuclearizada, desplazando tanto a EEUU -al que deja quemarse en medio del conflicto- y a Japón.
Beijing señaló ayer que espera que Washington «resuelva adecuadamente las cuestiones relacionadas» con la filtración de Wikileaks. GARA