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Derbi en Anoeta

El reparto de entradas enciende a los socios

El club apenas sacó a la venta un centenar de las 600 enviadas por la Real, lo que hizo inútiles horas de cola a la intemperie. Posteriormente se registraron algunos incidentes en Ibaigane, condenados por el club.

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Amaia U. LASAGABASTER I

Reparto de entradas parece equivaler a lío asegurado con la directiva de Fernando García Macua. El origen del conflicto hay que buscarlo esta vez en las del derbi de Anoeta.

O más concretamente en la forma de gestionarlas que ha tenido el club. Ayer se pusieron a a la venta en las taquillas de San Mamés «parte» de las 600 entradas -800 según Jokin Aperribay- que la Real había enviado a Ibaigane. El problema radica en que, como marca la política habitual del club, no se comunicó a cuánto ascendía esa «parte».

Y como finalmente apenas fueron un centenar, la mayoría de los socios que guardaba cola en San Mamés se quedó con un palmo de narices. Incluyendo muchos de los que habían permanecido la noche a la intemperie y que se habrían dado media vuelta de saber que el papel se iba agotar en un suspiro.

El enfado entre los centenares de personas que se habían acercado a San Mamés fue mo- numental. Varias decenas de aficionados, de hecho, se dirigieron inmediatamente a Ibaigane, donde la temperatura subió muchos grados y donde el Athletic acabó solicitando la presencia de la Ertzaintza, ante «el incívico comportamiento de algunas personas, que han protagonizado insultos e intentos de agresión hacia directivos y empleados del club». Posteriormente, el club emitió un comunicado público, en el que condenó estos incidentes y explicó su manera de actuar respecto al reparto de las entradas facilitadas por la Real.

Se convirtió en más leña echada al fuego porque no cayó nada bien entre los socios. Especialmente entre los que, tras muchas horas de frío, agua e incluso nieve, se habían quedado sin entrada y veían como en esa nota el club ni siquiera tenía un gesto hacia ellos.

En el comunicado se recordaba que la Real es el organizador del choque y, por tanto, le corresponde la emisión y venta de entradas, de igual manera que es su taquilla oficial en la que se deben adquirir éstas.

Desde el club se explica como «un protocolo de consideración entre clubs» el envío de entradas. En este caso, de «un reducido cupo de entradas -entre 600 y 800 según las fuentes- para atender sus compromisos institucionales y contractuales cuya aportación económica anual es indispensable para el buen funcionamiento del club».

Se asegura, además, que «una vez atendidos dichos compromisos», el Athletic «no tiene ninguna obligación» de vender las restantes en taquillas, como hace habitualmente. En este sentido, en la nota se llega a asegurar que el club «se planteará muy seriamente si en próximas ocasiones presta el servicio de puesta a disposición en Bilbao, y con medios y recursos del propio club, de las entradas que provenientes de los cupos de cortesía entre clubs pudieran quedar en algún momento».

Un comunicado, en definitiva, que subraya la postestad de la directiva para hacer lo que le venga en gana con las entradas que recibe de otros clubs. Los socios rojiblancos no lo tienen tan claro.

«A los jugadores nos gusta disputar el derbi y a los aficionados disfrutarlo. Es especial para todos»

A la espera de los debates que el derbi abra a posteriori, el de los días previos parece centrarse en la motivación con la que afrontan el choque unos y otros. Igor Gabilondo, que ya lo ha vivido en ambos bandos, no tiene dudas: «Es especial para todos».

«Las ganas son las mismas», confirmó. «Es un derbi y todo el mundo quiere ganar ese partido. Es un partido especial para todos. A todos los jugadores nos gusta disputarlo y a los aficionados disfrutarlo», se congratuló el jugador, que aseguró estar «mejor» de sus problemas musculares y que ayer ya pudo trabajar con el grupo.

Gabilondo, por otro lado, lamentó que la mayoría de aficionados que habían guardado cola en San Mamés se hubieran quedado sin entrada. «Es una pena», señaló el centrocampista, que explicó que cada jugador ha podido adquirir dos entradas. También lo lamentó Fernando Llorente, que mañana espera «dar una alegría a toda esta gente».

Pocas pistas hay, por otro lado -al margen de la mejoría de Igor Gabilondo-, respecto a los planes de Caparrós para el choque, después de que el entrenamiento de ayer se desarrollara a puerta cerrada. Y seguirá sin haberlas hasta última hora porque también la última sesión semanal se llevará a cabo en San Mamés y lejos de miradas indiscretas. GARA

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