José María Sanz Beltrán, más conocido como Loquillo, fue condenado a tres meses de cárcel y a compensar con 3.500 euros a un hombre al que propinó un puñetazo, a la salida de un bar de Donostia, a consecuencia del cual la víctima cayó al suelo y sufrió una herida en el labio inferior. Los hechos ocurrieron en agosto de 2009, cuando el cantante acudió a un pub de la Parte Vieja donostiarra, en el que también se encontraba el agredido. A la salida del local, ambos entablaron conversación y, en un momento dado, el artista dio un puñetazo al hombre. El agredido resultó con una herida inciso contusa en el labio inferior, que precisó ser suturada, y sufrió una artritis postraumática de muñeca derecha.