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Xabier Isasi e Imanol Esnaola Presindente y secretario general de Gaindegia

¿Incompatibilidad Hegoalde-Iparralde?

La problemática es muy amplia, las tareas a desarrollar son muchas, pero es evidente que sobre todo ello falta iniciativa, una iniciativa que nos ponga en otro estadio, de mayor convivencia en lo social y mayor cooperación en lo organizativo

La mesa redonda organizada por Gaindegia sobre los retos económicos de Euskal Herria en torno al libro que ha publicado («Euskal Herria: retos económicos y sociales. Gaindegia 2010») hizo que se manifestara en público un tema bastante recurrente en las conversaciones privadas de quienes deseamos una cohesión territorial intensa en todos los ámbitos, también en el ámbito económico-productivo: Las importantes diferencias entre Hegoalde e Iparralde, tanto jurídicas como empresariales. En ciertos momentos del debate, y al calor del intercambio de puntos de vista que se sucedía, daba la impresión de que las diferencias eran tales que no cabe otra posibilidad más que desistir en el intento.

Los ponentes allí presentes aportaron sus puntos de vista como actores y observadores de esta realidad. Se analizó la cuestión tanto desde un punto de vista técnico como empresarial, y con ello se esbozó una imagen no muy optimista de las posibilidades actuales en cuanto a la cooperación inter-empresarial. Técnicamente existen pocas coincidencias entre ambos tejidos empresariales y por otra parte las estrategias de las empresas tractoras en cada ámbito apuntan sus negocios en direcciones y mercados distintos. Michel Etchebest, fundador del Grupo empresarial Artzainak y actual alcalde de Maule, así mismo apostaba por una estrategia de desarrollo propia y original para el interior de Iparralde que atendiera a su realidad y fuera tractora de conocimientos y recursos, no una mera sucursal comercial de industrias y tecnologías ubicadas fuera de este territorio. Sin embargo, reivindicaba mayores niveles de conocimiento mutuo y cooperación (empresarial, investigadora...) entre las empresas de Euskal Herria.

Por tanto, si las necesidades actuales de unos no coinciden con los intereses de otros, ¿qué hace que las empresas de Alsacia o Valencia resulten mejores compañeras que las de Zuberoa o Bergara? ¿Cuál es la conclusión a extraer? ¿Significa esto que no hay convivencia posible? ¿Que la concepción de una Euskal Herria cohesionada territorialmente, donde la complementariedad y la cooperación nos refuercen colectivamente, nos permitan salvar problemas locales y nos aporten una mayor fortaleza para presentarnos ante el mundo es un imposible? Entendemos que ésa no es la conclusión a extraer.

Desde Gaindegia apostamos por otra visión de nuestra realidad diversa. Cooperando responderemos mejor. Los estudios realizados y las opiniones que hemos ido recabando estos últimos años nos muestran un panorama con muchos retos en este ámbito. Pero el primero de todos ellos es ir superando el desconocimiento mutuo (es decir, las limitaciones artificiales que nos distancian). Que las empresas se conozcan mutuamente, que los trabajadores conozcan las oportunidades laborales de otros territorios, que existan módulos de formación transfronterizos, que los orientadores escolares conozcan y fomenten la formación profesional y universitaria sin atender a los límites administrativos... En definitiva, estamos hablando de la necesidad de implementar una estrategia básica, facilitar la participación en un espacio social, académico y profesional común.

Dicho de otra forma, ¿por qué no hay proyectos de emprendizaje entre jóvenes de Gipuzkoa y Lapurdi? ¿Por qué se desconoce en Iparralde la importante oferta laboral y formativa en el sector Industrial de Gipuzkoa?, o ¿por qué no hay todo un coro social a favor de la movilidad de alumnos de formación profesional y o universitaria? La respuesta a estas preguntas puede estar en distintos ámbitos. Está el jurídico-político, es decir que la República francesa y el Reino de España se han esforzado en que la «muga» del Bidasoa sea como la del Nilo, porque no se han desarrollado iniciativas y normativas institucionales que fomenten y faciliten la movilidad fiscal y laboral transfronteriza como se está haciendo en otras áreas de Europa, porque a nivel educativo se ha abandonado la lengua vecina en los planes de estudio, porque las entidades de crédito local no disponen de líneas de crédito específicas para otros territorios de Euskal Herria... La problemática es muy amplia, las tareas a desarrollar son muchas, pero es evidente que sobre todo ello falta iniciativa, una iniciativa que nos ponga en otro estadio, un estadio de mayor convivencia en lo social y mayor cooperación en lo organizativo (instituciones, empresas, universidades, asociaciones...). Y todo ello, además de necesario entendemos que es obligatorio para atender con éxito a nuestros problemas estructurales y los retos que se nos presentan.

Con ello podríamos conseguir que algunos de los jóvenes que abandonan Euskal Herria para completar sus estudios lo puedan hacer «en casa», que aquel joven «sobreformado» tal vez encuentre trabajo en alguna industria puntera local sin tener que emigrar a París o Madrid... Se trata, en definitiva de ir configurando un espacio socio-económico común, donde la reivindicación de mayor cohesión parta de la sociedad, que la reivindicación de una normativa fiscal y laboral transfronteriza obedezca a necesidades palpables y no a reivindicaciones de manual. Que el lema «Euskal Herrian bizi eta lan» cuente con una agenda de trabajo eficiente.

Por todo ello, desde Gaindegia, entendiendo las matizaciones que se realizan desde distintos sectores sobre la realidad de la cooperación Hegoalde-Iparralde en términos de actividad empresarial, creemos que hay que apostar por crear espacios, servicios, normativas... que vayan haciendo realidad un espacio socio-económico común. Después veremos si ello permite o no un mayor nivel de cooperación empresarial o se limita a la compra-venta de servicios.

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