Sven Nys no dio opción alguna y se impuso con facilidad en el ciclocross internacional de Asteasu. El flamenco pareció despertar tras su viaje relámpago el sábado a Igorre y dominó de principio a fin.

En un circuito duro y sin barro, Nys demostró que todavía está lejos el momento en el que ceda el número uno de la especialidad. Muy profesional, tomó las riendas de la carrera al final de la primera vuelta y en la segunda ya era el amo y señor, dejando la prueba sin emoción. De esta forma sumó su novena victoria de la temporada, por lo que a sus 34 años todavía tiene que dar mucha guerra.

Hubo dos carreras en una, la de Nys, por un lado, y la de los demás, por otro. Albert, ganador el día anterior en Igorre, salió mal y circuló gran parte de la carrera junto con Vantornout, Dieter y Sven Vanthourenhout y Pauwels. Esta vez a Murgoitio le faltó fuelle para seguir a los mejores, si bien volvió a ser el mejor vasco, undécimo, por detrás de los especialistas flamencos y después de superar la resistencia de Uriarte.

La carrera apenas tuvo historia. Suárez tomó el mando y Vantornout le tomó el relevo hasta que Nys arrancó la moto para abrir rápido un hueco que no hizo sino incrementar vuelta a vuelta. A sus perseguidores sólo les faltaba luchar por el podio y Pauwels fue el más regular para acabar segundo, mientras que Albert superó en la última vuelta a Sven Vanthourenhout, ganador el año pasado.

Nys sólo tiene un Mundial pero es el rey del barro; su dominio en la Copa del Mundo y el Superprestigio ha sido incontestable en la última década. La llegada de dos talentos como Stybar y Albert ha discutido su hegemonía, pero tal y como demostró ayer ni mucho menos está dispuesto a dar su brazo a torcer.