Irán y el Grupo de los Seis (las cinco potencias nucleares y Alemania) acordaron volver a reunirse a finales de enero en Estambul.

Fue el único resultado concreto que trascendió de dos días de reuniones en Ginebra, precedidas por guiños entre las partes en un intento de desbloquear el diálogo.

No obstante, la lejanía de las posiciones quedó en evidencia en las comparecencias posteriores de las dos partes.

La representante exterior de la UE, Catherine Ashton, insistió en limitar el debate al programa nuclear iraní, lo que provocó las críticas del negociador iraní, Said Jaili, quien le acusó de tergiversar el acuerdo.

Irán insiste en su derecho a un programa nuclear y en el final de las sanciones contra el país.