El Athletic regresa hoy al trabajo con la necesidad de que el disgusto del derbi y la marejadilla que originó hayan desaparecido con la jornada de descanso. También con dos incógnitas referidas ambas a los laterales.

La primera concierne a Andoni Iraola. Ayer se confirmó que sufre una microrrotura en el bíceps femoral de su pierna derecha, aunque no el tiempo que permanecerá de baja. No es habitual ver en el parte médico al usurbildarra, el único jugador sin recambio específico en la primera plantilla. De ahí que, si no se recupera o se decide no forzar con él, Joaquín Caparrós tenga que recurrir al filial o recolocar a hombres poco habituados al puesto: el hombre-orquesta Gurpegi, que ya actuado de parche en el lateral cuando Iraola ha sufrido algún percance; o De Marcos, con el que ha probado el técnico en alguna ocasión este verano. No parece que la opción Toquero, a la que tuvo que recurrir Caparrós el domingo tras haber agotado los cambios, sea la elegida.

Precisamente uno de los cambios de Anoeta origina la otra incógnita de cara a la visita del Espanyol. Jon Aurtenetxe parecía haber zanjado el eterno debate del lateral zurdo en el arranque de la campaña, pero su suplencia en el Santiago Bernabéu -aunque saltó al campo tras el descanso- y su sustitución en Donostia para que Gurpegi ocupase la banda invitan a especular con una posible pérdida de confianza del técnico. El once que salte el domingo al césped de San Mamés confirmará o despejará la sospecha.