La Real afronta esta noche uno de esos partidos en los que se recurre al dicho de que no hay nada que perder y todo está por ganar. Lo cierto es que siempre hay algo que perder, además de los puntos está la imagen en juego, pero el favoritismo claro del Barcelona permite afrontar el encuentro sin presión con el aliciente de que lograr cualquier resultado positivo sería considerado casi como una proeza.

Un recién ascendido como el Hércules, único equipo que ha derrotado esta temporada a los culés, ya dio la sorpresa en el Camp Nou al ganar por 0-2. También el Mallorca empató en el campo del Barcelona, pero no es lo mismo enfrentarse en el inicio liguero a un equipo que no había podido prepararse bien por el Mundial que ahora, cuando es capaz de golear por 5-0 al mismísimo Real Madrid.

Además la Real tuvo la mala suerte de que el Barcelona llegó a su último partido de la liguilla de la Champions con el primer puesto asegurado, con lo que Guardiola presentó un once con suplentes y jóvenes del filial que también fue capaz de ganar al Rubin Kazan. Así sus estrellas llegarán frescas, pero más desgaste previo a un partido no se puede tener que viajar como lo hizo a Iruñea y también goleó.

A disfrutar sin presión

Por eso todo lo que no sea un triunfo amplio azulgrana, por muy bien que esté la Real, constituirá una sorpresa. A partir de ahí, sólo se pueden mejorar las expectativas y con esa intención, y la de disfrutar con la tranquilidad y la confianza que dan los 22 puntos, saldrán los blanquiazules al Camp Nou con un once en el que la principal novedad puede llegar con la inclusión de Elustondo, titular en los último tres desplazamientos en lugar de Zurutuza.

El de Rochefort superó la prueba a la que fue sometido ayer y, aunque puede quedarse en el banquillo por precaución, entró en una lista de convocados en la que Tamudo y Viguera cubrieron las plazas que ocuparon Agirretxe e Ifrán en el derbi.