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Los catalanes visitan San Mamés

El Espanyol tapona la única salida rojiblanca

El Athletic regresa a casa con la necesidad, y la obligación, de reencontrarse con una victoria que acabaría con la tensión de las últimas jornadas y permitiría seguir aspirando a la zona alta de la clasificación.

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ATHLETIC-ESPANYOL
Amaia U. LASAGABASTER I

El juego del equipo no convence, el técnico critica a su zaga, ésta se defiende, las cosas no funcionan fuera de casa, al presidente le da un ataque de indignación post-derbi, la plantilla responde, alcoholemias y líos de entradas enturbian aún más el ambiente... No necesariamente de emergencia, pero el Athletic sí necesita una salida a la situación en la que se ha metido en los últimos tiempos.

Es evidente en qué dirección señalan todas las luces: una victoria en San Mamés no se traducirá en la sexta plaza y menos seguro aún es que ejerza de trampolín para el próximo desplazamiento de los rojiblancos -pese a ser bastante más asequible que los anteriores-, pero permitirá que las aguas se calmen durante, al menos, una semana y poder ver al equipo pegadito a la zona alta de la clasificación. En caso de tropiezo..., mejor no pensarlo. Las consecuencias clasificatorias no serían catastróficas, pero las anímicas no resultarían las más propicias para afrontar un fin de año que incluye la visita copera al Barcelona.

El aval a la esperanza -pero también a la necesidad y obligación- rojiblanca lo pone la trayectoria del Athletic en San Mamés, donde acumula cuatro victorias consecutivas, en las que apenas ha encajado un gol. Lástima que apenas llegue para equilibrar la balanza de las previsiones. Porque frente a esas cifras se sitúa la imagen ofrecida en la última comparecencia en la Catedral, en la que un gol in extremis de Carlos Gurpegi castigó en exceso a Osasuna. Y, más aún, el rival.

El equipo revelación de esta Liga. Un Espanyol en puestos de Champions que ejerce de obstáculo ante la única salida que ve ahora mismo el Athletic. Un Espanyol que, con el paso de las jornadas, parece incluso haber superado la única pega de una trayectoria inmaculada: el equipo de Mauricio Pochettino mantiene su impecable trayectoria como local -siete victorias en siete partidos en Cornellá- y ahora también puntúa como visitante. Lo ha hecho en sus dos últimos desplazamientos, que ha saldado con un empate en Santander y una victoria en el Vicente Calderón. Un Espanyol que sólo ha marcado 16 goles, pero que los rentabiliza como nadie. Un Espanyol que llega a San Mamés con la tranquilidad de saber que, aún en caso de derrota, mantendrá la cuarta plaza. Un Espanyol que, en definitiva, da miedito se mire por donde se mire.

Enrabietados pero cohesionados

Y un Espanyol, por ir acabando, que esta tarde se encontrará con un anfitrión «enrabietado» tras lo sucedido en Anoeta, que ha escocido mucho en las filas rojiblancas. Más que «movidita», Joaquín Caparrós cree que la semana ha sido «rabiosa. El de la Real o el Real Madrid son partidos distintos y no nos gusta perderlos».

Por eso y por las «200 pulsaciones» con las que se acaba un partido, sea en el césped o en la grada, el técnico quiso pasar página a las críticas efectuadas por Fernando García Macua en Anoeta. «Eso fue noticia en su momento y ahora la noticia es que tenemos que darle una alegría a nuestra gente, ante un rival enrachado y con mucha confianza», zanjó.

De la misma manera, descartó que lo sucedido haya hecho mella, para mal o para bien, en la plantilla. «El ambiente en el vestuario es muy bueno -aseguró-. Este grupo no está en función de los resultados para estar más o menos cohesionado».

Iraola se recupera de su lesión muscular y estará en el once inicial

Andoni Iraola vuelve a hacer valer su condición de incombustible. El usurbildarra ha superado la microrrotura que sufrió en Anoeta y no sólo entra en la lista sino que, salvo sorpresa, estará en el once.

Más dudas hay en el lateral zurdo. Si hay tirón de orejas a Jon Aurtenetxe por su mal partido en Donostia, Koikili, recuperado, ocupará su puesto.

Toquero, por su parte, dejara a Gabilondo en el banquillo. A.U.L.

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