La reciente Ley 35/2010 de 17 de septiembre, de medidas urgentes para la reforma del mercado de trabajo (reforma laboral) establece que a partir de hoy los médicos del Instituto Nacional de la Seguridad Social podrán impartir altas médicas antes de los 12 meses. Desaparece la Propuesta de Alta que hasta ahora podían proponer al personal facultativo de Atención Primaria. Llueve sobre mojado. A partir de ahora los médicos del INSS podrán dar altas a todos los efectos en cualquier momento. Las altas dadas por los médicos del INSS tienen la consideración de altas por inspección y sólo ellos podrán autorizar una baja por el mismo o similar motivo en los seis meses siguientes. No se contempla mecanismo alguno de disconformidad de los médicos del servicio público de salud.

Como un atentado al derecho a la salud de las y los trabajadores y como una laminación de las competencias autonómicas podríamos caracterizar esta nueva competencia asignada por el Gobierno central a los médicos evaluadores del INSS. Médicos externos y sin relación alguna con el sistema sanitario ni con el personal sanitario del sistema preventivo de las empresas. Son médicos evaluadores que la Ley citada les atribuye desde hoy la calificación de médicos inspectores, que van a cuestionar todavía más los criterios clínicos de los médicos asistenciales. Debemos recordar que la Seguridad Social depende del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y no del Ministerio de Salud, cuyas competencias pertenecen a las comunidades autónomas. Esta Ley cuestiona la credibilidad del hacer profesional independiente de los médicos asistenciales del Sistema Sanitario Público, en especial de los médicos de familia de Atención Primaria, conocedores de los pacientes en su globalidad.

¿Por qué se habilita tal medida cuando nadie la ha solicitado? A nuestro entender, es el primer gran salto en el camino de asignar la atención a la salud de las y los trabajadores a las mutuas patronales, tal y como los empresarios han repetidamente solicitado. Las y los trabajadores saben cuáles son las prácticas de tal estrategia. Altas tempranas, negación del origen laboral de los daños, control indiscriminado e injusto del tiempo de baja, negación sistemática de la prestación por riesgo laboral en el embarazo y lactancia, falta de derechos sanitarios básicos a la información, segunda opinión, elección de médico y centro...

La capacidad de dar el alta por los médicos del INSS se ha acompañado en el tiempo con la firma de acuerdos entre el INSS y cinco comunidades autónomas para que los médicos del INSS accedan a las Historias Clínicas de las y los trabajadores. Los datos personales de naturaleza sanitaria recabados para atender la salud son puestos a disposición de instituciones al parecer destinadas por el Gobierno a recortar prestaciones económicas de la Seguridad Social.

Sería de agradecer por parte de los actuales gestores del Sistema Sanitario Público de Nafarroa un posicionamiento sobre esta pérdida de competencias, el cuestionamiento del hacer de sus facultativos y el deterioro de los derechos sanitarios de las y los trabajadores. A fin de cuentas, son estos últimos los que con sus impuestos y cotizaciones los mantienen.