La UE y Marruecos firman un acuerdo de liberalización recíproca comercial y pesquera
GARA | BRUSELAS
La Unión Europea y Marruecos firmaron un acuerdo de liberalización comercial agrícola y pesquera, un segundo acuerdo para crear un mecanismo de resolución de disputas comercial y un tercer acuerdo en virtud del cual Rabat se garantiza la participación en los programas comunitarios, según informó la agencia Europa Press
El acuerdo de la liberalización recíproca de productos agrícolas y pesqueros, fue firmado por el viceprimer ministro y ministro de Asuntos Exteriores belga, Steven Vanackere, por parte europea, y por el ministro de Agricultura marroquí, Azis Akhenouch, según confirmaron fuentes oficiales europeas. El acuerdo –cerrado en 2009, pero pendiente del visto bueno de la Eurocámara y el Parlamento marroquí– incluye una ampliación del calendario y los cupos de entrada de producción de tomate marroquí al mercado comunitario, lo que ha sido fuertemente criticado por los agricultores españoles, especialmente de Andalucía y Murcia.
La Comisión Europea asegura que, en virtud del acuerdo, «la gran mayoría» de los productos europeos «se beneficiarán de la liberalización total de manera inmediata una vez entre en vigor el acuerdo», mientras que en el caso de «otros productos» la liberalización total del comercio se completará en un plazo de «entre 5 y 10 años», según explicó Zoltan Somogyi en una comparecencia ante la comisión de Pesca en la Eurocámara el pasado 1 de diciembre.
Somogyi dejó claro que aunque Rabat remitió «una petición insistente» para «relajar» las normas de origen de los productos comerciados éstas «se continuarán aplicando en el futuro» y que el objetivo del acuerdo comercial bilateral es lograr «reequilibrar» la balanza comercial a favor de los productos europeos y «alcanzar la total liberalización para nuestros productos», recalcó.
En el caso de «los productos sensibles» para algunos Estados miembros, por ejemplo, en el caso del tomate español, las partes negocian anualmente cupos de entrada de tonelaje, un modelo que las partes revisarán en un plazo de tres años, una vez entre en vigor el acuerdo, según indicaron a Europa Press fuentes del Ejecutivo comunitario.