Enrique de Granada, el poeta del flamenco que dejó de piar
Anartz BILBAO | BILBO
Genio y vanguardista del flamenco, Enrique Morente falleció ayer en Madrid. Admirado como uno de los más grandes cantaores de su tiempo, el maestro que se atrevió a fusionar el cante con el rock o de tocar con Sonic Youth, exhaló su último suspiro en silencio, sin avisar.
«... las horas caen en el pozo y se quedan dormidas para siempre. Cada reloj que toca su campana ya sabe lo que es y no se hace ilusiones». Así canta, quejicoso, Enrique “el granaíno” en “Malagueña de la campana”, tema que era, en sus propias palabras, «un intento de sentir el silencio», y que estaba incluido en el disco “Pablo de Málaga” que Morente dedicó al pintor Pablo Picasso.
Hablamos del trabajo que se abría con la canción “Ghern-irak” –Gernika como pasado e Irak, entonces como presente, fusionados en su sufrimiento– y que el genio del flamenco quiso presentar en el Jai Alai de Gernika el 14 de junio de 2008.
Fue esta una de las últimas apariciones en Euskal Herria de Enrique Morente, quien años atrás compartió escenario en el Euskalduna de Bilbo –dentro de la semana de la poesía– con Mikel Laboa, el amigo que lo acompañó en el tablado de Anoeta en la presentación, hace ya más de diez años, de un nuevo proyecto de comunicación llamado GARA.
Las últimas visitas del poeta flamenco que había de actuar anteayer en Donostia, ayer en Bilbo, mañana en Iruñea y pasado mañana en Gasteiz, citas que tuvieron que ser suspendidas, pues Morente exhaló ayer su último suspiro, tras una complicación médica que le causó la muerte cerebral a media tarde de ayer.
Renovador del flamenco
Nacido en el barrio granadino del Albaicín y a punto de cumplir 68 años el 25 de diciembre, Enrique Morente, considerado uno de los grandes renovadores del flamenco y artista de prestigio, fue operado el pasado 4 de diciembre en Madrid de úlcera, una intervención que no revestía de complicación pero que obligó dos días después a su traslado a la UCI, donde se encontraba «estable dentro de su gravedad», hasta que ayer la familia hizo público un parte en el que se «encomendaba a Dios» y que informaba de su muerte cerebral, aunque conservara sus «constantes vitales».
La familia del maestro, compuesta por su viuda, la bailaora Aurora Carbonell y sus tres hijas –entre ellas la cantante Estrella Morente– ha pedido la autopsia del cantaor, «por sospechas de negligencia médica».