La Plataforma de Usuarios de la playa de La Arena trabajan en la redacción de un recurso contra el archivo dictado por la Fiscalía de la querella presentada contra la extracción de cerca de cinco millones de metros cúbicos de arena de los fondos marinos. Mientras lo últiman, una draga se encuentra ya frente al extremo más occidental de la costa vizcaina para comenzar la tarea de succión de 2,4 millones de metros cúbicos de tierra submarina que servirán para los rellenos del muelle AZ-2 y que la Autoridad Portuaria defiende.

Tras la operación, quedará un metro de espesor de arena en el fondo marino para permitir la recuperación del ecosistema de ese sustrato, según asegura la Autoridad Portuaria, mientras ecologistas y usuarios del arenal de Muskiz y Zierbena advierten de las graves afecciones futuras.

En diciembre de 2009, se inició la primera fase de los dragados. Durante esa primera fase de las extracciones, que finalizaron en febrero, las máquinas extrajeron 2,3 millones de metros cúbicos de arena, que sirvieron de relleno para el muelle AZ-3 del puerto.

Estos dragados han provocado la oposición vecinal y la creación de la Plataforma, que ha alertado de los «peligros y destrozo medioambiental que supone» la extracción de arena. Un estudio topográfico encargado por el Consistorio de Muskiz asegura que 13.377 metros cúbicos de arena han desaparecido ya de la playa más visitada de Bizkaia, lo que será uno de los argumentos que emplearán los opositores en su recurso judicial.

En octubre, el presidente de la Autoridad Portuaria aseguró que el dragado no tenía ninguna incidencia sobre el ecosistema de la zona y que el proyecto cuenta con estudios que certifican el respeto al medio ambiente elaborados por el laboratorio de Ingeniería Marítima de la Universitat Politècnica de Catalunya, el Instituto Hidráulico Ambiental de la Universidad de Cantabria, Azti-Tecnalia y la UPV-EHU.

La Autoridad Portuaria de Bilbo ha insistido en que los dragados se realizan porque «todos los informes de organismos y empresas independientes han avalado, una vez más, que este dragado no tiene incidencia alguna ni en la playa de La Arena ni en el ecosistema de la zona».