El fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional (TPI), Luis Moreno-Ocampo, declaró ayer como sospechosos de la violencia postelectoral que sacudió a Kenia en 2008 a tres ministros y al ex jefe de la Policía del país, entre el total de seis personas a las que responsabiliza de los actos.

Moreno-Ocampo citó al ministro de Educación, William Ruto -actualmente suspendido de su cargo-; al de Industrialización, Henry Kiprono Kosgey, y al ejecutivo de radio Joshua Arap Sang por asesinato, deportación, persecuciones y tortura.

Asimismo, citó al secretario del Gobierno keniano, Francis Kirimi Muthaura; al ministro de Finanzas, Uhuru Muigai Kenyatta -actual viceprimer ministro-, y al ex jefe de la Policía Mohamed Hussein Ali, en relación a delitos de asesinato, deportación, persecuciones y violación.

Presidente y primer ministro

Según Moreno-Ocampo, no hay pruebas para presentar cargos contra el presidente keniano, Mwai Kibaki, y el primer ministro, Raila Odinga, por estos hechos. «Nosotros seguimos estrictamente las pruebas. No estamos teniendo en cuenta responsabilidades políticas (...). Hay debates políticos, pero no es mi responsabilidad», señaló en rueda de prensa en La Haya.

Precisamente, Kibaki pidió no prejuzgar a los sospechosos, contra los que no actuará, y reiteró su compromiso de crear un tribunal local para este caso.

Más de 1.220 personas murieron y más de 350.000 se vieron desplazadas en la ola de violencia que vivió en Kenia en 2008.