El «redimensionamiento» al que ha sido sometido Tabakalera desde el pasado mes de mayo se dio por concluido ayer después de un proceso que se ha prolongado durante siete meses. Agotado este tiempo, el Consejo de Administración del centro, formado por el Gobierno de Lakua, la Diputación Foral de Gipuzkoa y el Ayuntamiento de Donostia, presentó tras mantener una reunión las modificaciones que sufrirá el futuro Centro Internacional de Cultura Contemporánea (CICC) especializado en el contenido audiovisual.

El aspecto económico es una de las claves de esta nueva fase que vive Tabakalera, que si bien reanuda la marcha, lo hará con cinco millones menos de presupuesto y permanecerá abierto a la incorporación de un cuarto socio que financie en partes iguales la materialización de este proyecto, según confirmó el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, una vez concluida la reunión del Consejo.

El alcalde de Donostia, Odón Elorza, y la consejera de Cultura, Blanca Urgell, acompañaron a Olano en esta comparecencia como representantes de las tres instituciones. Afirmaron que durante el proceso en el que se han replanteado el proyecto han perseguido dos objetivos principales: por una lado, reducir el coste de la obra y, por otro, liberar espacios para destinarlos a otros usos de manera que pueda aumentarse el ratio de auto-financiación del centro. Y los dos objetivos, destacaron, los han cumplido.

Olano afirmó que el presupuesto total, fijdo inicialmente en 75 millones de euros, será finalmente de 70 millones. El recorte resultó ser menor de lo esperado ya que, tras la petición de moratoria que Elorza realizó en mayo alegando que el Ayuntamiento «no podía asumir» esas cifras [al sufragar los gastos a partes iguales entre los tres socios], las demás instituciones anunciaron que adecuarían el coste a la «situación real».

Recordaron, asimismo, que el Ministerio de Cultura del Gobierno español ha destinado una partida de siete millones de euros aprobados en los presupuestos generales del Estado, «así que tendremos que aportar menos dinero de lo esperado», apuntó Olano.

Preguntados por el gasto anual que supondrá la puesta en marcha del centro, ninguno pudo o quiso pronunciarse al respecto. Elorza tampoco quiso «mojarse», alegando que no era «el momento de hablar de ello». Añadió que no disponía de «la cifra exacta» y que, de todas maneras, el año 2015 -en alusión a la fecha prevista para que Tabakalera abra sus puertas- «queda lejos». Lo que sí pudo confirmar es que el gasto actual «se aleja» de los cinco millones de euros anuales que iba a costar a cada socio antes de plantear la moratoria.

En cuanto a la funcionalidad del edificio, los espacios liberados o «espacios de oportunidad» ascienden a más de 6.000 metros cuadrados. Para ello se han tenido que elimar varias salas, como el auditorio, que será un pequeño cine polivalente. Además, se ha renunciado al espacio destinado para un posible crecimiento. Todo este espacio queda ahora abierto a terceros que quieran instalarse en la antigua fábrica de tabacos, para poder ayudar así en la autofinanciación del centro audiovisual.

El triángulo económico lo completa la posible adhesión de un cuarto socio. «Hemos abierto las puertas a un nuevo socio -indicó Olano-. Buscamos a alguien que crea en el proyecto de Tabakalera». Aunque durante los últimos días el nombre de una entidad financiera ha rondado por algunos medios, ninguno de los tres representantes quisieron confirmar nada porque aún «no hay nada».

En caso de que no apareciese ningún socio, el Consejo no ha preparado una alternativa. «Sólo tenemos plan A porque no nos planteamos que no se presente nadie», dijo el diputado general.

Primer y segundo plano

Dejando de lado el aspecto económico, llegó el turno de hablar sobre el núcleo, tal como ellos lo llamaron, «el corazón» de Tabakalera. Y se habló de prioridades. Centrado en los contenidos audiovisuales, el nuevo centro ofrecerá servicios para la producción y conocimiento audiovisual, dejando en un segundo plano el aspecto expositivo.

En cuanto a los contenidos que se produzcan en el CICC, Tabakalera contará con laboratorios de creación y experimentación. Los servicios se centrarán en la mediateca, que contará con fondos especializados en temática audiovisual y de lectura contemporánea. La parte de exhibición seguirá existiendo mediante las exposiciones y eventos musicales y escénicos que albergue Tabakalera. Estos tres aspectos conforman «el eje central y prioritario», es decir, el centro de creación audiovisual.

«El corazón», como volvió a llamarlo Olano, se pondrá en marcha a principios de 2011 en Arteleku, el centro de creación que la Diputación de Gipuzkoa tiene en el barrio donostiarra de Martutene. El centro, por lo tanto, será el inicio, tal y como aseguraron los tres patronos, del desarrollo de los servicios para la parte de producción y conocimiento. Paralelamente, Arteleku segirá con sus servicios y sus programas.

Por otro lado, Olano confirmó que la Filmoteca Vasca y el Instituto Etxepare se instalarán finalmente en Tabakalera. Curiosamente, el Insituto Etxepare presentó a finales del pasado mes de octubre su nueva sede, ubicada en la calle Prim de la capital guipuzcoana. Según agregó Urgell, en la actualidad están trabajando en «proyectos conjuntos». Asimismo, el edificio albergará cines, salas de exhibición, zonas de producción, laboratorios, aulas de formación y zonas comunes polivalentes de ocio y restauración.

Con la petición de moratoria, quedaron suspendidas todas las licitaciones de obra que para entonces ya estaban adjudicadas e, incluso, publicadas en el Boletín Oficial de Gipuzkoa. Con el acuerdo alcanzado ayer entre las tres instituciones, éstas «se levantan automáticamente». Por lo tanto, y si se cumple con las fechas previstas, en abril de 2011 comenzarían los primeros trabajos de demolición.

El proyecto arquitectónico que resultó ganador y que está diseñado por Jon y Naiara Montero «sufrirá» modificaciones. No concretaron cuáles, aunque matizaron que mantendrá «las líneas generales». Si todo va bien, el 1 de enero de 2015 el nuevo Centro Internacional de Cultura Contemporánea abrirá sus puertas en Donostia.