La izquierda abertzale reivindicó ayer la necesidad de unos presupuestos de carácter social y que garanticen el gasto social en todas las instituciones. En un contexto marcado por los debates presupuestarios, fundamentalmente de las instituciones municipales, el juntero de Araba Aitor Bezares rechazó las declaraciones que apuntan a que al haberse recaudado menos dinero hay que reducir los presupuestos. Al respecto, censuró que los partidos que han gobernado en Euskal Herria durante las últimas dos décadas, UPN-PP, PSOE y PNV, no hayan dedicado ni una palabra a criticar las políticas económicas y fiscales que se han dedicado a aplicar.

Unos partidos que, en palabras de Bezares, han compartido la misma «agenda neoliberal» al «privatizar todo», dejar todo en manos del mercado y negarse a la regulación pública en defensa del bien general. En este sentido, subrayó que aquellos que renegaban la intervención pública, bancos, cajas de ahorro y grandes empresas como las financieras o las automovilísticas, fueron los primeros en acceder a las ayudas públicas.

«Han recibido miles de millones de euros de fondos públicos sin ruborizarse», dijo. «Y ahora, después de estas intervenciones, nos dicen que no hay dinero», denunció. Asimismo, en referencia a UPN-PP, PSOE y PNV, criticó que no sólo han apoyado esas ayudas multimillonarias, sino que además «han reducido de forma alarmante los impuestos a los ricos incrementando la injusticia impositiva», lo que consideró especialmente grave.

Subir el IRPF a las rentas altas

Por todo ello, y tras afirmar que la aplicación de esas políticas «nefastas para la mayoría de la sociedad» son las que han provocado que falte dinero para los presupuestos, Bazares afirmó que el cambio político y social en Euskal Herria «es imperioso» para «dar la vuelta» a las políticas fiscales y presupuestarias «antisociales». Para ello, enumeró cuatro propuestas de la izquierda abertzale: restituir el Impuesto sobre el Patrimonio; subir el IRPF para las rentas altas y reducir el de las rentas más bajas; situar el Impuesto sobre Sociedades de nuevo en el 32% y, por último, poner en marcha políticas efectivas para combatir el fraude fiscal. «De esta forma no faltará dinero para poner en marcha presupuestos de carácter social», afirmó.

Asimismo, consideró que la clave pasa por que Euskal Herria tenga, además de soberanía económica y fiscal, «soberanía política plena».