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�Haragizkoa�, emociones envueltas entre poemas y canciones

GARA ofrece este fin de semana �Haragizkoa�, un disco de poemas de Omar Nabarro (Edorta Jim�nez) musicados por el polifac�tico Rafa Rueda y Jaime Nieto. Nueve textos donde la palabra escrita muestra su lengua y donde el sonido complementa las im�genes de cada letra y las suyas propias. �Haragizkoa� es uno de los proyectos m�s sugerentes del a�o, un trabajo simbi�tico repleto de emociones, sentimientos y miradas hacia un lado y otro de la vida.
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Pablo CABEZA | BILBO

Si se pela una manzana, lo que queda contin�a siendo una manzana, de hecho, casi no se apreciar� un cambio de sabor; si acaso, importar� m�s el aspecto visual. En el complejo universo de las traducciones ocurre algo similar. El poema, como es el caso que nos ocupa, continuar� siendo lo que formalmente fue antes de la traducci�n, quiz� incluso no pierda fuerza expresiva, pero le faltar� inevitablemente el sentimiento de cada palabra en su idioma original. Con todo, las traducciones realizas (localizables en www.haragizkoa.com, en catal�n, castellano, franc�s, ingl�s y, en breve, en italiano y alem�n) se han trabajado con tanta habilidad y hondura que la manzana apenas ha perdido un poco de tono y textura. Incluso no comprendiendo idioma alguno, �Haragizkoa� (disponible hoy y ma�ana en los kioscos con GARA) es capaz de vincularnos gracias a los gestos universales, las entonaciones, los acordes, los colores de cada composici�n.

�Usainak�, por ejemplo, transmite paz, un estado de ensimismamiento, de v�nculos, adem�s de poseer una letra arrebatadora que respira por s� misma y por el aliento de Omar Nabarro (su padre) recitando, y la guitarra limpia de Rafa Rueda expandiendo las impresiones. �Iraila zen� posee una letra m�s pop, con su carga de picard�a y cada palabra desvestida por el amor y el deseo, y suena pop. �Titanioa� nos habla del mercantilismo del pasado y el presente. Lo desarrolla de una ingeniosa forma que no conviene desvelar. Es mejor escuchar, descubrir, leer si se tienen dudas. �Titanioa�, por hablar de metales seguramente, es ruda, agitada.

En realidad, en �Haragizkoa� todo est� relacionado y todo parte de un mismo lugar: la belleza vista desde la misma tierra pisada. La belleza de un idioma, la belleza de los recuerdos, la belleza de la evocaci�n, de los sue�os, de lo que fuimos o de lo que recordamos o quiz� a�oramos. Son palabras repletas de otras palabras, unidas y elegidas por quien, por naturaleza o preparaci�n, posee el arte de describir las cosas de nuestro alrededor con especial talento y sensibilidad.

Omar Nabarro desgarra y cura heridas en �Haragizkoa�. Rafa Rueda y Jaime Nieto musican las haza�as del salvaje y el curandero, una misma persona. Todos viajan en un vah�do que no es ni de aqu� ni de all�. Si se ama la hermosura, no se nos ocurre un disco m�s oportuno que el que suena esta ma�ana disfrazada de tarde o noche. �Haragizkoa� viste de fresa, de manzana, de puta, de mar, amar y mar. A esta red no le sobra una puntada ni le falta la palabra que se busca. Estos bandidos de la palabra y sus envolturas son Omar Nabarro (el alter ego de Edorta Jimenez cuando el l�piz trasciende lo espurio) y Rafa Rueda, que musica e interpreta, de paso, algunos de los escritos aparecidos en el poemario �Haragizko amoreak� (Susa).

A su vez, el disco se apoya en los bajos puntuales de Jaime Nieto (tambi�n compositor) y las im�genes de Joseba Barrenetxea.Pocas veces un disco tan delgado estuvo tan bien alimentado. �El misterio? Una escucha.

Madre, los olores son los caminos de los recuerdos... As� me vienen al tender la ropa

Cualquiera de los nueve poemas incluidos en el proyecto �Haragizkoa�, que hoy y ma�ana se podr� adquirir con GARA a un precio de 8 euros, le reinventan al lector. Cada vez se muestran con una sensaci�n diferente, con una preferencia distinta. Nunca se agotan, van m�s all� que el perfume. No hay preferidos, pero �Usainak� (Olores) es como el cord�n umbilical de nuestra existencia.

�Los olores son los caminos de los recuerdos, madre. /As� me vienen los de la abuela / son�ndose al fondo de la huerta; / en el regazo del mar en cambio /vienen los de los juegos de la infancia que bailan. / Lo que entonces no sab�a / que ir�an a morir / la abuela y el ni�o. / Los olores, madre, son el camino de los recuerdos. / As� me vienen al sol del puerto / la f�brica de pescado, la gasolina, el t�o / y sentir en la orina de la calle de los gatos / que entre tanto el mundo era un misterio. / Lo que entonces no sab�a / que cerrar�an la f�brica /que morir�as. /

Madre, los olores, son el camino de los recuerdos. / As� me vienen al tender la ropa / en mis manos los de las tuyas de entonces; / siempre o casi siempre el de la lej�a / algunas veces del derrame del amor. / Lo que entonces no sab�a / que algunos de los olores de las manos /eran los de la semilla de mi padre mezclados con los tuyos. / Madre, los olores son el camino de los recuerdos. / As� que no puedo planchar / sin que el vapor me traiga tu recuerdo; / me viene el llanto al oler la lej�a / y algunas veces despu�s del amor tambi�n, madre�.

Algunos comentan que la letra de la canci�n �Mother�, del desaparecido John Lennon, es un texto notable, brillante. �Qu� mentira!

P. C.

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