El Gobierno español, con la aquiescencia de los gobiernos autonómicos de Hego Euskal Herria, quiere llevar adelante el mayor el atraco del siglo a la clase trabajadora con el recorte de las pensiones. Nos quieren hacer trabajar más años, porque dicen que no habrá mano de obra en el futuro capaz de sostener el sistema público. Es la gran mentira, no hay más que ver el nivel de desempleo que existe. Lo lógico sería que activasen una economía productiva que generase em- pleos de calidad y con salarios de calidad. Pero eso no toca.

Lo que no dice José Luis Rodríguez Zapatero es que esa decisión sólo tiene que ver con el apoyo a la élite económica y financiera, que ha visto que el negocio de las pensiones es impresionante y creciente, aunque quien invierte en esos fondos privados pueda perder su capital de manera fácil. Hay casos.

En Hego Euskal Herria en este momento el pago de las pensiones representa el 8% del PIB y nos dicen que en 2050 alcanzará el 16%. Quienes hacen esas proyecciones son los mismos que en 1990 adelantaron que la Seguridad Social quebraría con el cambio de siglo o aquellos que nos impusieron las tesis del modelo privado chileno. No quebró, pero sí se fue al garete el modelo chileno. Sólo tiene futuro el sistema público y, para ello, hay que asentarlo, no ir en su contra como ocurre ahora.

Sobre el coste de las pensiones, medido sobre la riqueza que se genera (PIB), hay que decir una cosa, que si en 2050 ó 2060 las pensiones representarán el 16% del PIB, ¿cuánto representará el fraude fiscal o la economía sumergida? Ahora mismo alcanzan en Hego Euskal Herria entre el 17% y el 22%, más que el coste de las pensiones, y estos políticos tratan de ocultarlo. Ahí está la solución.

Por lo tanto, es mentira que se preocupen por el futuro de las pensiones. Se preocupan por alimentar a los bolsillos de los poderosos. Lamentable. La ecuación es sencilla para garantizar un sistema público y rentable. Primero se deben crear empleos de calidad y bien remunerados; segundo, se debe terminar con el fraude fiscal y plantear una política fiscal acorde con las ganancias de cada uno. De esa manera no habría problema con las pensiones. Seguro.