Josu Imanol Unanue Astoreka Activista social
La limosna de 426 euros
El que pasa hambre es potencial delincuente para muchos. Pero mientras esto sucede, quienes pueden informar callan. ¿No era un objetivo prioritario de la izquierda fomentar la verdad, la cultura y la información libre? ¿Dónde están los intelectuales?
Con un encefalograma plano, el Gobierno del reino naranjero con más parados de Europa improvisa y pretende acertar en la solución a la crisis provocada por el sistema capitalista. En definitiva, la crisis para los trabajadores y beneficio para banqueros, especuladores y los más ricos.
Ahora, en otra medida más anti-social, han anunciado que a partir del 1 de febrero anulan de facto las ayudas de 426 euros a las personas que ya agotaron las prestaciones por desempleo. Hay quien desde la ignorancia aplaude la injusta decisión. La medida es del gobierno que en menos tiempo ha recortado más, con cualquier medida sin ningún tipo de oposición. Ni la de los sindicatos estatales mayoritarios, que reciben prebendas por el silencio cómplice. Son los mismos gobernantes que han provocado más parados anestesiados en todo Europa, y en poco tiempo.
Los seudo-socialistas, con una larga historia de desmanes que ya quisiéramos muchos que de una vez por todas se aclararan, han pasado de ser republicanos a monárquicos, de estar contra la OTAN a meternos en la misma. Son los de las guerras sucias. No hace falta que nos diga Wikileaks nada en sus informes; nosotros, sobre todo los vascos, podríamos añadir un montón realidades que harían del propio Hitler un demócrata de toda la vida.
Los nuevos socialistas son capaces de gobernar y apoyar a la derecha, cuyo origen e ideas se pierden en un golpe de Estado que adquirió tintes dramáticos en nuestra historia pero que ganaron, y nos doblegaron hasta hacernos partícipes de su estrategia más cruel de persecución de ideas hoy en vigor, especialmente en Euskal Herria.
Son los socialistas de Pablo Iglesias, pero también de otros innombrables, los que ahora persiguen al mas débil, necesitado de tristes ayudas para sobrevivir en el paraíso democrático hipotecado. En este Estado las televisiones rezuman pestilencia, alcahueteos de vidas ajenas y desinformación. Y se está potenciando interesadamente el culpabilizar a quien menos lo merece, puesto que la crisis la generaron quienes más especulan y roban. Es el amarillismo informativo el que hace ver a los más necesitados como los culpables de la situación de inseguridad global, los malos tratos, la violencia... El que pasa hambre es potencial delincuente para muchos. Pero mientras esto sucede, quienes pueden informar callan. ¿No era un objetivo prioritario de la izquierda fomentar la verdad, la cultura y la información libre? ¿Dónde están los intelectuales?
Pero los socialistas y sus colegas de la derecha, nacionalistas vascos, españoles, canarios y demás, han dado otra vuelta de tuerca en el garrote vil de la estrategia de ahogo a aquellos «que no producen». Ahora ven excesivos incluso los 426 euros que tenían para respirar muchos de los trabajadores descartados y fuera del interés de la explotación.
Seguramente estos desafortunados serán más bajos o más altos, viejos, demasiados jóvenes, mujeres, con defectos físicos, enfermos, sanos, más o menos atractivos... o tal vez sólo trabajadores que circunstancialmente han quedado fuera de las empresas y carecen de habilidades, nuevos recursos u oportunidades, pero estorban para estos políticos que, cobrando y derivando millones de euros para sus propios partidos e intereses, se creen con derecho a desposeerlos de la miserable ayuda.
El sistema, cada día más cruel, nos amenaza gracias a los gobernantes actuales, diciendo que prevén mas medidas, e incluso nos informan de que no está garantizada la jubilación ni a los 67 años para los que aún producimos.
No nos hablan de las hipotecas impuestas, de las ganancias multimillonarias, de los gastos inútiles, de la explotación, de esa discriminación según sexo, edad, salud... que citaba. El sistema sigue necesitando personas-máquinas que no piensen, que produzcan y callen los abusos... pero, sobre todo, que no se movilicen ni protesten, algo que en buena medida lo han logrado con la manipulación.
El Gobierno español y los derechistas-nacionalistas con senyera, ikurriña o rojigualda han pactado y ya nos indican el futuro de penurias. Y es que los mismos de siempre, la casta dominante, ha de ganar más y más con nuestro tiempo y salud, nunca les es suficiente y no se saciarán jamás.
Ellos son los que imponen ideas y tienen todo un sistema más o menos complicado de jueces, abogados, intelectuales aborregados, medios, personajes uniformados, expertos, etcétera a su servicio. Capaces incluso de decidir y argumentar, sin ningún sonrojo, que hoy por hoy los 426 euros son el problema principal que nos afecta.
A mi entender, son los malos gestores y los acumuladores del bien ajeno y público los que producen tanto daño. Ni más ni menos. Pero hablar de ello y citarlos es pura violencia.