Apenas 24 horas después de que lo hiciera Oinatz Bengoetxea, Aritz Lasa y Abel Barriola volvieron a desdivinizar a Juan Martínez de Irujo y mostrar su lado más humano, dejándolo otra vez sin poder llegar a sumar ni siquiera diez tantos. Acostumbrados a ver cómo somete a casi todos sus rivales en las grandes citas, tardes como estas dos últimas, en las que el de Ibero se desespera incapaz de abrir huecos y se enfada con el mundo no hacen sino humanizar al mito y dar a sus grandes gestas ese valor que no terminamos de valorar en su justa medida, por la aparente facilidad con la que acostumbra a lograrlas.

Sucede que esos grandes títulos y titulares y su enorme repercusión mediática eclipsan a esos otros grandes pelotaris que quedan un poco en la sombra, pero que también son capaces de triturar a aquel que salte al frontón sin estar a tope. Como el sábado en Iruñea, ayer en el Astelena un Irujo desdibujado se encontró con unos inspiradísimos Aritz Lasa y Abel Barriola y le pasaron, junto a un David Merino que no desentonó, por encima sin piedad.

El de Urretxu y el de Leitza saltaron a la cancha con la ventaja de haber jugado la víspera en una distancia tan poco habitual como el jugar a parejas dentro del cinco y enseguida sacaron provecho de ese mayor acoplamiento a la modalidad.

En defensa, un buen Aritz Lasa y un Abel Barriola que volvió a dar una exhibición a la hora de ocupar cancha y desplazarse al txoko, la pareja azul fue un muro en tareas de contención ante el que el campeón manomanista llegó a desquiciarse. Desubicado tal vez por tanto cambio de distancias en tan poco tiempo y sin chispa por la acumulación de compromisos, Juan Martínez de Irujo jugó demasiado en corto, abusó de dejadas inofensivas y terminó con sólo cuatro tantos en juego y un total de seis errores.

Aritz Lasa, acertado

Por contra, Aritz Lasa, su rival en los cuadros alegres, sí que tuvo todo el acierto que le faltó al de Ibero. El de Urretxu hizo gala de un amplísimo y preciso abanico de remates con el que consiguió hasta 8 tantos en juego y también hizo daño con su saque, incluido uno al ancho con el que sorprendió a Merino II.

Por los nombres que tiene por delante, el de Urretxu será, del cuarteto de ayer, el único que se quedará fuera del Parejas, pero demostró que es una alternativa muy real y de garantías.

En la zaga, David Merino apenas tuvo opciones de demostrar esa poderosa zurda de la que ha hecho gala desde que pasó a profesionales. Apenas cometió dos errores, pero también se vio superado por un Abel Barriola que hizo valer su gran clase y dejó grandes detalles como una pelota que cortó sobre la chapa en el tanto que supuso el 5-13.

Con estos condicionantes, el partido careció de emoción en todo momento y los azules lo solventaron en poco más de media hora y 433 pelotazos jugados a gran ritmo.