ELA y LAB se concentran contra la privatización y deslocalización de CAN
GARA |
Delegados de los sindicatos ELA y LAB se concentraron ayer en Iruñea, frente a la sede de Caja Navarra (CAN), para protestar por la privatización y la deslocalización que a su juicio se está llevando a cabo en esta entidad y contra las repercusiones laborales del proceso de constitución del grupo Banca Cívica, junto a Cajasol, Caja Canarias y Caja de Burgos.
Los concentrados, que portaban una pancarta con el lema «Caja Navarra, no ERE, no privatización, no deslocalización», repartieron un comunicado en el que manifestaron su apuesta por «una Caja Navarra de naturaleza democrática, que genere empleo y con una política de inversiones y obra social al servicio de la ciudadanía».
El delegado de LAB en CAN, Iñaki Arrizibita, señaló que la entidad tiene previsto prejubilar a entre 150 y 160 trabajadores mediante un expediente de regulación de empleo (ERE), es decir, «con cargo a los fondos públicos», lo que calificó como «una noticia malísima» en una situación de crisis económica.
El sindicalista denunció, en ese sentido, que CCOO, UGT, CSICA, SEA y GTB hayan negociado un acuerdo que contempla un ERE de prejubilaciones en Caja Navarra, una empresa que «año tras año ha ido obteniendo una cantidad muy importante de beneficios». Arrizibita criticó asimismo que se aproveche la coyuntura para «meter un recorte en un tema tan importante para nosotros como la movilidad geográfica».
Movilidad geográfica
En el convenio de CAN, firmado en mayo de este año, la movilidad geográfica que podía aplicarse a la plantilla se limitaba a una distancia de 25 kilómetros, pero con las nuevas condiciones recogidas en este pacto, «cualquier trabajador puede ir a cualquiera de las cajas que conforman Banca Cívica», según el responsable de LAB.
Por su parte, Lorenzo Madinabeitia, delegado de ELA, afirmó que el acuerdo laboral para las entidades que han formado el gurpo Banca Cívica supone una «destrucción de empleo» en una plantilla que «estaba bastante mermada actualmente», una situación que, a su juicio, sufrirán los clientes de la entidad financiera. También criticó la posible entrada de capital privado, cuando «siempre habíamos alardeado de que las cajas no tenían accionistas».
Por otro lado, la asamblea de Cajasol aprobó ayer, con un 90% de los votos, su integración en Banca Cívica. El presidente de Cajasol, Antonio Pulido, afirmó que «es un día histórico» para la entidad andaluza, que aportará «liderazgo, dimensión y solvencia» a Banca Cívica, que será la sexta caja por volumen de activos en el Estado español.