Maite SOROA, msoroa@gara.net
Ahora piden ilegalizar... al PNV
Cuando todo el mundo adivina que se acerca un tiempo nuevo y algunos empiezan a reubicarse, siempre se escucha algún rebuzno de quienes no quisieran que nada cambiase porque así les va de perlas.
Gustavo Bueno, que pasaba por ser buen filósofo, se descolgaba ayer en «La Gaceta» con una pieza digna de estudio. Empezaba pisando fuerte: «Veinte santones bien paniaguados, armonistas y pacifistas no violentos, firmaron en marzo de 2010 una Declaración de Bruselas jaleando el supuesto compromiso de una indefinida izquierda abertzale tendente a poner fin al último conflicto en Europa mediante un alto el fuego permanente y completamente verificable de ETA, que, debidamente respondido por el Gobierno español permitiría alcanzar una paz duradera». Pues, descalificaciones aparte, la cosa es así.
Pero empieza a calentarse el tío: «Estamos en fechas entrañables y además se van acercando las elecciones. Arrecia, por tanto, una nueva campaña de los secesionistas y otra vez sus cómplices se llenan la boca de promesas vacuas y conciliaciones estúpidas. A cambio de una simple condena de la violencia, parecen estar dispuestos a concederles cuanto pidan, en aras de lograr nada menos que terminar con el último conflicto en Europa. ¡Qué risa!» Pues no le veo la gracia a algo que parece serio. ¿Ustedes se la encuentran?
Lo que le puede es la categoría de los firmantes de Bruselas: «Como argumento para subir la tarifa de la pandilla de mediadores extranjeros, no está mal: quedarían sin trabajo, los pobres, sería su último trabajito en euros...» No creo yo que se muevan por dinero.
El argumento último es lo que interesa: «Pero sucede que aquí no hay ninguna guerra en la que detener acciones militares mediante un alto el fuego». La mayoría no pensamos así.
Y concluye con una perla negra: «¿No habrá llegado el momento de iniciar un proceso de ilegalización si el PNV no retira de su Declaración del Centenario esas afirmaciones anticonstitucionales que aseguran que los vascos de los seis territorios constituyen un mismo pueblo unido, un pueblo que ni reconoce ni acata otra soberanía?» Un demócrata este Gustavo Bueno, ¿verdad?