Falleció ayer Sabin Intxaurraga, a punto de cumplir los 61 años, cuando la historia estaba a punto de hacerle el guiño de ver hecho realidad uno de sus deseos de los últimos tiempos: una verdadera unidad de acción de los independentistas de izquierda.

Fue secretario de Presidencia cuando Carlos Garaikoetxea inauguró el Gobierno de Lakua y siguió junto a él hasta 1984. Naturalmente, le acompañó también en la fundación de Eusko Alkartasuna. Y después de tan larga trayectoria, el 20 de junio se le pudo ver en el Euskalduna en un papel principal en la firma del acuerdo estratégico con la izquierda abertzale.

Alcalde de su Zeanuri natal tras las primeras elecciones municipales y también después en otras dos legislaturas, Intxaurraga fue consejero de Justicia en el tripartito liderado por Juan José Ibarretxe entre 1999, y 2001 y consejero de Medio Ambiente entre 2001 y 2005.

Su amor por el euskara le llevó a la dirección de UEMA a principios de los 90 y su amor por la libertad le invitó a dar su nombre para la convocatoria de la manifestación por los derechos civiles y políticos que habían prohibido a Adierazi EH para el 11 de setiembre. Los tribunales españoles tampoco tuvieron inconveniente en vetar el llamamiento que él había firmado. Pero venció unas semanas después, cuando el 2 de octubre decenas de miles de personas se manifestaron por Bilbo con reivindicaciones que siempre habían sido suyas.

Sabin Intxaurraga abogó en varios de congresos de EA por la unidad de los abertzales de izquierdas que llevaran adelante sus reivindicaciones por vías pacíficas y democráticas. Recibió en aquellos cónclaves muchos aplausos, pero siempre acababa dando un paso atrás en pos de la unidad del partido y para evitar que su voto crítico fuera interpretado en otra dirección.

Ahora que Sabin Intxaurraga tenía mas cerca su sueño, la naturaleza ha podido con él. La enfermedad no entiende de ideales.