SOS Racismo Nafarroa volvió a reunirse este martes, un año más, con miembros del Parlamento. Después de que sus denuncias sobre actuaciones policiales de caracter racista fueran «no escuchadas o rechazadas» tanto por la Cámara navarra como por el Ayuntamiento de Iruñea en 2009, la asociación emplazó a los parlamentarios a que reclamen a través del Defensor del Pueblo una investigación sobre los relatos de malos tratos a inmigrantes que han llegado hasta su oficina.

Ion Kepa Soltxaga, portavoz de SOS Racismo, cargó contra la falta de compromiso hacia los comportamientos racistas de todos los cuerpos policiales que operan en el herrialde. Recordó que las autoridades no se han movilizado ni tan siquiera cuando se han mostrado «evidencias irrefutables» de maltrato, como el vídeo en que se aprecia cómo varios policías municipales de Iruñea golpean a un inmigrante esposado.

En su reunión con la Comisión de Relaciones Institucionales con motivo de la presentación del Informe Anual 2009 que ha elaborado esta asociación a nivel estatal, los miembros de SOS Racismo encontraron receptividad por parte de algunos miembros del Parlamento para interceder.

En virtud del artículo 9 de la Ley Reguladora de la Defensora del Pueblo, los parlamentarios pueden solicitar a título personal que se abran investigaciones para el esclarecimiento de «actos y conductas concretas de las administraciones públicas». SOS Racismo pretende que ejerciten ese derecho en todas y las denuncias que han llegado a su oficina, relatos de maltrato a manos de agentes de Policía Foral, Guardia Civil, Policía española y Policía Municipal.

Indefensión e Informe de 2009

Soltxaga remarcó que muchas de estas acusaciones finalmente no llegan a los juzgados debido a la situación de indefensión del colectivo inmigrante, especialmente marcada en los casos de personas sin papeles. Asimismo, criticó la estrategia que lleva a los tribunales la Policía y que consiste en plantear una contradenuncia acusando a la víctima de maltrato de resistencia o agresión a la autoridad. Desde SOS Racismo se lamentó que los jueces dieran más crédito a esta contradenuncia que al testimonio del agredido.

Por otra parte, el informe de SOS Racismo presentado al Parlamento concluye, entre otras cosas, que la discriminación al pueblo gitano continúa, critica la situación de los «manteros» y la radicalización de los discursos de la extrema derecha. Asimismo, da otro toque de atención a la política de fronteras del Estado español, que sigue cobrándose vidas en el Estrecho.