El recorrido presenta seis finales en alto y en las carreteras vascas destaca el doble paso por El Vivero y la subida a Urkiola
La Vuelta tendrá finales en Bilbo y Gasteiz antes de la etapa de Madrid
Tras el pacto PSOE y PP para gobernar en Lakua, cumplen con el propósito de que la ronda regrese 33 años después de los accidentados finales en Amurrio y Donostia. Han destinado 150.000 euros a ese objetivo mientras agonizan las organizaciones ciclistas vascas.
Joseba ITURRIA
Unipublic presentó ayer en Alicante un recorrido de la Vuelta en el que destacan las llegadas en Bilbo y Gasteiz, a las que la organización ha querido dar importancia al situarlas justo antes del paseo final de Madrid. Su director general, Javier Guillén, consideró una «grandísima ilusión llegar al País Vasco».
El carácter político de esta decisión lo subrayó el representante del Consejo Superior de Deportes, Albert Soler, que preguntado por el recorrido se limitó a señalar que «lo que hace grande esta competición es que une a toda España y felicitamos a los organizadores y a las autoridades del País Vasco que han hecho que esto sea posible».
Así PSOE y PP cumplen su objetivo tras el pacto que les llevó al ejecutivo de Lakua de volver a unas carreteras que no recorría la Vuelta desde que se registraron incidentes en 1978 en los finales en Amurrio y Donostia. Para ese objetivo, en época de crisis y recortes en todas las partidas sociales, Lakua destina 150.000 euros, casi tanto dinero como los 188.000 repartidos el pasado año entre todas las organizaciones ciclistas vascas, al margen de la que dirige la Euskal Herriko Itzulia y la clásica de Donostia, que recibió 360.000.
En 2009 desapareció la Euskal Bizikleta y en 2010 dejaron de disputarse la subida a Urkiola y la Bira. Las pruebas de Zornotza, Getxo, Laudio, Ordizia y los ciclo crosses internacionales de Igorre y Asteasu han salido con serios problemas y algunas tienen en duda su continuidad para este año, en el que temen un recorte de la aportación de Lakua. Varios organizadores ya han mostrado públicamente su descontento porque se destine una cantidad tan grande a la Vuelta en vez de apoyar la continuidad de las carreras vascas.
A Bilbo la Vuelta llegará el 9 de setiembre desde Noja en una etapa de 157,9 kilómetros en la que se subirá al final en dos ocasiones El Vivero, en el 112 y el 144, cinco kilómetros al 7%. Al día siguiente, sábado, se va de Bilbo a Gasteiz con paso por Gipuzkoa y ascensiones a Karabieta, Elosua, Kanpazar y Urkiola.
Decidido para entonces
Se espera que para entonces la carrera esté ya decidida, porque se anuncian seis llegadas en alto en puertos de entidad. El primero llega pronto en la cuarta etapa en Sierra Nevada. Además la Vuelta comienza antes, el 20 de agosto, y el calor puede marcar en el inicio en Andalucía, ya que al día siguiente se repite la subida a Valdepeñas de Jaén, donde el pasado año ganó Igor Anton.
También el repecho de San Lorenzo del Escorial tras una etapa dura hará diferencias antes de empezar en La Covatilla las otras cinco llegadas en alto. Luego esperan Manzaneda tras 30 kilómetros de subida, La Farrapona tras 17, el Angliru con sus terribles porcentajes y Peña Cabarga. Será una carrera para escaladores porque sólo hay una crono inicial por equipos en Benidorm y otra larga individual en Salamanca de 40 kilómetros para recortarles diferencias.
Uno de los aspectos más destacados de la presentación fue que, de cinco ciclistas que subieron al escenario para analizar el recorrido, dos eran del Euskaltel, Igor Anton y Samuel Sánchez, junto a Carlos Sastre, Joaquim Rodríguez y Vincenzo Nibali. De ellos el que más habló fue el ciclista de Galdakao, que admitió su ilusión por pasar de líder por su pueblo: «Sueño con llegar allí como llegué a Peña Cabarga, pero hay que ir día a día».
Ve el regreso de la Vuelta a carreteras vascas «bueno para el ciclismo. Tras 33 años, la gente tendrá ganas de ir a verla. Además paso por mi pueblo y eso me motiva todavía más. Y pasamos por un alto que he subido infinidad de veces y que para mí es un puerto muy duro».
Anton volverá a los sitios en los que se cayó en las últimas participaciones: «La Vuelta para mí ha sido especial, me ha dado mucho de lo que soy, pero también tengo recuerdos malos. Es otro aliciente volverme a encontrar camino de Angliru y de Peña Cabarga para hacerlo bien y resarcirme. Intentaré hacerlo lo mejor posible, estamos cerca de casa y se puede decidir mucho en esos dos días».
Samuel Sánchez estuvo entre los protagonistas, aunque es poco probable que corra la Vuelta ya que tiene previstos dos picos de forma como el año pasado en la Euskal Herriko Itzulia y en el Tour. Dijo que «es un recorrido que les viene mucho mejor a los escaladores, que sólo tienen la crono de 40 kilómetros a mitad de Vuelta y si pierden dos o tres minutos pueden recuperarlos sin problemas». Destacó la dureza de la Farrapona: «Es un puerto de Tour, con rampas duras en los últimos ocho kilómetros. Será una etapa muy decisiva, la reina». J. ITURRIA
