«Secretos para una vida sana» (Autor-Editor, 2010) es una guía donde la naturaleza es la base de un estilo de vida que Ángel Gil intenta contagiar allá donde vaya con entusiasmo y racionalidad. «Los secretos para una vida sana se basan en cómo tener un estilo de vida basado en la naturaleza», explica Gil, y por ello, «hago énfasis en volver a un estilo de vida natural». Lleva más de cincuenta años practicando esa vida y se define como una persona que siempre ha ido «a contracorriente» por defender esas costumbres tan rígidas.

«Pienso que hoy en día esa manera de vivir está olvidada. Y nunca fue tan necesaria una educación basada en los principios que rigen la salud. Normalmente se hace más énfasis en la cura de las enfermedades a través de productos químicos simplemente tratando el síntoma, cuando no se educa para no llegar a la enfermedad. ¡Más vale prevenir que curar!».

En esas páginas Gil habla sobre «la higiene y la cura natural, la salud y su conservación». Aspectos como el ayuno, el ejercicio, la terapia por la tierra (el uso del barro o la arcilla) o las plantas medicinales son parte del pasado, mera anécdota en una sociedad regida por la tecnología y la ciencia moderna. «Todo lo que la naturaleza nos ofrece tiene unas propiedades terapéuticas -afirma Gil-. La gente se tendría que mentalizar en un cambio de estilo de vida para que se encontrara mejor físicamente, mejor mentalmente y más feliz».

Desde 1983 ha escrito varios libros en torno al cuidado personal de la salud. «Vivir con salud», «Nuevo tratado de medicina natural», «¡Vive feliz!» o «Vivir con cocina» son algunos de los ejemplos. En este último, además de varias recetas de cocina, se añaden los alimentos aptos para tratar diferentes enfermedades.

Aunque parezca algo complicado, este modo de vida natural que Gil proclama, dice que es fácil de aplicar en el día a día. Según explica, «la base de todo es llevar una alimentación vegetariana. El desayuno debería ser al estilo anglosajón. Fuerte, sustancioso, pero no en cantidad, sino en calidad. Algo de frutas, zumos, cereales, leche o frutos oleaginosos (frutos secos) para poder hacer frente a la mañana de trabajo. La comida, puesto que el desayuno ha sido a base de fruta, y cereales... yo la recomiendo con ensalada, verduras... Cada época del año la naturaleza nos ofrece unos alimentos; por lo tanto, ahora en invierno consumimos más legumbre, pero no durante todo el año. En cada estación recomiendo una alimentación variada con arreglo a lo que la naturaleza nos ofrece. Y la cena, suave y temprana, porque no nos hacen falta proteínas para ir a dormir». Por eso, cree que hoy hay más problemas por exceso de comida, sobre todo por alimentos industriales: «Hay muchos casos de obesidad en niños por exceso de comida y alimentos industrializados a base de grasas saturadas».

Este aragonés además de escritor es también su propio editor, con los riesgos que ello conlleva. «Yo financio mis libros, arriesgo mis ahorros y yo mismo voy a las librerías a venderlos». Además, también él diseña las portadas y contraportadas de sus libros en su editorial de Huesca. Esa afición le viene desde pequeño y poco a poco, colaborando con revistas y diarios («El Diario de Aragón», por ejemplo), ha ido incorporándose al mundo literario. Incluso abandonó su profesión de delineante en un estudio por ese hobby que todavía no ha abandonado pese a sus casi 65 años. Ya tiene otros dos libros en mente, para publicarlos dentro de dos años.