La consejera de Educación, Universidades e Investigación, Isabel Celaá, presentó ayer los primeros recursos que van a emplear como soporte del polémico Plan de Convivencia Democrática y Deslegitimación de la Violencia de Lakua. Se trata de dos unidades didácticas elaboradas por el Ejecutivo Ibarretxe que se han «actualizado y mejorado pedagógicamente», incluyendo un mayor número de testimonios de víctimas y material audiovisual.

En la presentación, Celaá destacó que con la reforma del currículum la presencia de las víctimas «adquiere un valor fundamental en el aula por su eficacia educativa» porque, con su relato, «podemos aprender todos y especialmente nues- tros jóvenes». De este modo, se mostró convencida de que «la utilización del testimonio de las víctimas sirve para recrear en las mentes de nuestro alumnado una convivencia en paz, respetuosa con los valores de ciudadanía, e inflexible con la vulneración de los derechos humanos».

La consejera precisó que los centros podrán solicitar, en un primer momento, la presencia de «catorce o quince víctimas» de ideología «absolutamente plural», que han sido determinadas por la Dirección de Víctimas del Terrorismo que dirige Maixabel Lasa.

Además, se dispone de un centenar de testimonios grabados, aunque se mostró convencida de que «habrá más a medida que este material avance y se vaya actualizando, porque afortunadamente los acontecimientos de nuestro país nos permiten pensar que podamos tener amplias orillas para poder incorporar más material y mucha más convivencia respecto a lo que venimos trabajando en la escuela».

Preguntada por la posibilidad de que las víctimas puedan verse sometidas a enfrentamientos dialécticos con los alumnos, Celaá precisó que no se «enfrenta a un caso de violencia del GAL o del terrorismo el primer día de clase» a los alumnos de Primaria, sino que «se trata de incorporar un material» tras «una ausencia clamorosa» en «un país que ha sufrido un fenómeno específico de terrorismo de ETA, que al mismo tiempo ha suscitado también otros terrorismos del GAL, del Batallón Vasco-Español o la Triple A».

Señaló que en el Parlamento hubo «un acuerdo» de que «el terrorismo debe ser deslegitimado», una labor que en el caso de los jóvenes, «donde puede prender por falta de formación o información cualquier llamada a la violencia», debe hacerse «claramente en la escuela».