Dos nuevos imputados en el «caso De Miguel», el ex viceconsejero de Cultura, Gurutz Larrañaga, e Iratxe Gaztelu, una de las administradoras de Kataia Consulting SL, acudieron ayer a la comisión de investigación de la Cámara de Gasteiz. Del primero, no transcendió si declaró o no, mientras la otra se negó a responder a las preguntas de los parlamentarios.

El ex viceconsejero de Cultura estuvo cerca de 20 minutos en el interior de la sala, pero al ser la comisión secreta no se conoció lo que sucedió.

Iratxe Gaztelu entró acompañada por su abogado y permaneció otros 20 minutos. A su salida, entregó una nota en la que se recogía un extracto de su comparecencia. En ella, precisó que había pedido que no se le formulasen preguntas atendiendo «al derecho fundamental a no prestar declaración», al considerar que su «derecho constitucional a la defensa en una causa penal debe prevalecer frente al derecho a la investigación parlamentaria».

Explicó que acudía «por ser una obligación ciudadana y legal y por respeto a la institución», aunque insistió en que «su testimonio no es imprescindible dado lo limitado» de su «conocimiento sobre el objeto de esta comisión». «Para mí, significa una oportunidad para proclamar mi inocencia respecto a las graves acusaciones que contra mi persona se siguen en el juzgado y que se han aireado ante la opinión pública», aseguró.